En este periódico se está pudiendo seguir por capítulos la serie deportiva Cadistas por el mundo. El sorteo de la fase de ascenso se acerca y no está de más conocer de primera mano los defectos y las virtudes de los posibles rivales del equipo de Javi Gracia. Han salido en estas páginas ex jugadores del submarino amarillo de la talla de Manolo Pérez (Racing de Ferrol), Javier Acuña (Real Madrid Castilla) y José Antonio Solano (Barcelona B). El primero en mostrar su nueva vida fue Quino (Gavá ) y el último en saludar a sus paisanos ha sido Sergio Iglesias (Sabadell). El resumen, y más allá de lo expresado por los futbolistas con sangre azul y amarilla, es que nadie recomienda al Real Unión y que muchos verían con buenos ojos al Cartagena. Aunque el Cádiz, coincide la mayoría, no debe temerle a nadie si sale a hacer su juego tanto en la ida como en la vuelta.

En el campeón del grupo II milita un ex xerecista, Pepe Mena. El de Talavera de la Reina fue jugador azulino durante cinco temporadas, pero no se considera, "ni mucho menos", un ex cadista por el mundo. Mena, que dejó el Alavés para embarcarse en el Cartagena, lo deja claro: "La rivalidad ya está olvidada".

El ex azulino repite la palabra "no" varias veces cuando se le pregunta si querría medirse al Cádiz en la eliminatoria de los días 17 y 24. "No, no, no, noooo", responde. "Ni de coña", añade entre risas. El futbolista toledano tiene claro que su pasado en el Xerez es eso, "pasado", y confiesa que no le gustaría medirse a los amarillos por muchas razones. "Es un histórico que no debería estar en Segunda División B, ha hecho una fase regular impresionante, puede meter en el Carranza a más de veinte mil espectadores en el partido que juegue en casa, su afición tiene fama mundial... no, la verdad es que puestos a elegir, prefiero evitar al Cádiz", confesaba.

Mena no le da muchas vueltas a la posibilidad de que un xerecista visite el Ramón de Carranza con el submarino amarillo jugándose la vida. Y asegura que no tiene "miedo". Habla con propiedad: "Ya regresé a Cádiz jugando con el Alavés y no me trataron mal. De todas formas, allí te insultan de una forma distinta: con gracia".

Lo de temer no va con el ex xerecista. Habla de respeto, pero nunca de miedo. "En una fase de ascenso, a dos partidos, la eliminatoria se presenta abierta. El Cádiz impone un poco, pero en el Cartagena no tememos a nadie. Sabemos que el Cádiz, por su historia, está obligado a ascender, pero nosotros también sentimos presión: hace muchos años que este club no está en Segunda División A", explicaba.

El ariete toledano ve a su equipo capaz de cumplir el objetivo: "El cambio de entrenador a mitad de temporada nos vino bien, y debimos cerrar el campeonato antes. Hacemos un juego compacto, con las ideas claras. Tenemos seguridad defensiva y, tal vez, lo único que nos está faltando es un poco de puntería a la hora de atacar. Nuestra línea es buena: encajamos pocos goles, nos llegan poco, y llegamos mucho".

Mena no sólo respeta al color amarillo, sino a todos los posibles rivales. Se moja al respecto: "Al margen del Cádiz, no me gustaría el Real Unión. Por el campo y por su forma de jugar, que no nos va, me gustaría evitarlo. Por cercanía querría el Alcoyano o el Villarreal B, aunque el primero juega en un campo complicado y los niños tienen un súper equipo". "El que queda campeón es por algo y hay que respetar a todos porque cualquiera te la puede liar", resumía.

Muchos dicen que el campeón que no suba la primera no lo hará. El jugador del Cartagena no está de acuerdo: "Los dos caminos llegan al mismo sitio y un campeón de grupo es un campeón".