El Atlético Futsi de Navalcarnero se sacó ayer la espina clavada desde que la semana anterior se le escapara el título liguero para regocijo de un Jimbee Roldán que, con los mismos puntos que las colchoneras, acabó en primera posición tras 30 jornadas. La gaditana Amelia, considerada segunda mejor jugadora del mundo, y sus compañeras llegaron el viernes al Complejo Deportivo Ciudad de Cádiz con un objetivo muy definido, endulzar el cierre de la temporada demostrando que el equipo madrileño es el principal especialista en la Copa de España femenina de fútbol sala, trofeo que consiguió en la final dominical por séptima vez a lo largo de su historia a pesar de que el Burela gallego, con ocho extranjeras en sus filas -cinco brasileñas, dos portuguesas y una ucraniana- le opuso toda la resistencia que no pudieron presentar sus rivales anteriores en cuartos de final y semifinales, a los que goleó.

El arranque del e ncuentro se caracterizó por una fase de tensión y nervios plagada de faltas, nada menos que tres por bando en los cinco primeros minutos. El equilibrio existente se quebró en el minuto 7 cuando una brillante acción de Ju Delgado dejó el balón muerto muy cerca de la línea de gol de la portería lucense. Dany, en su desesperado intento para que Amelia no empujara el esférico, batió a su compañera Ana Romero.

El Burela, desorientado, sumó la quinta falta restando una barbaridad para el descanso y no creaba peligro, pero Jenny se sacó de la chistera un espléndido zurdazo que sirvió para empatar. Con el Atlético también en cinco faltas con casi ocho minutos por delante, ambos conjuntos calmaron algo el ímpetu para evitar males mayores. Antes de marcharse al vestuario, un error de Cilene lo aprovechó Leti para, sin vacilar, poner de nuevo a su escuadra por delante.

El conjunto de Lugo pareció dar un paso adelante en la reanudación, pero sin que esto fructificara en oportunidades. Lo que sí acaeció fue la anulación de un tanto por teórica mano, que no vio casi nadie, de María Sanz después de una gran volea al poste de Amelia.

Marta Pelegrín incrementó la renta rojiblanca al poner broche a un contragolpe de manual, lo que de paso forzó al Burela a arriesgar jugando de cinco, con portera-jugadora. Llegó la hora del vértigo, con huys a porrillo incluido un doble penalti enviado a un poste por Ari.

La emoción se multiplicó en el minuto 35, cuando Dany tocó con habilidad un fenomenal pase cruzado de Cilene para colocar el 2-3 en el marcador. Con las gallegas a tumba abierta y 46 segundos pendientes, Leti apuntilló a puerta vacía pese al esfuerzo agónico por impedirlo de Bea Mateos, que encima se lesionó en esa acción definitiva.