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El rematador de los momentos cruciales

  • Sergio Ramos vuelve a hacer un tanto decisivo para el Real Madrid en el último suspiro de un partido importante.

Ramos dedica el tanto del empate aun compañero.

Ramos dedica el tanto del empate aun compañero. / EFE

Acude a las galas del Balón de Oro como mero invitado, no es un delantero de renombre y tampoco cuenta con ningún gran premio individual. Pero Sergio Ramos se ha situado entre los jugadores más determinantes del fútbol europeo por su habilidad para anotar goles decisivos en el suspiro final.

Pensado para otras labores, el central español del Real Madrid se ha convertido en un auténtico especialista en aparecer cuando ya nadie lo espera para aguar la fiesta a sus rivales y desatar la alegría de los suyos, como sucedió en el Camp Nou.

En el clásico de la Liga, cuando apenas restaba un minuto para que el Barcelona festejara su exiguo triunfo (1-0) sobre el eterno rival, Ramos se elevó por encima de toda la zaga azulgrana para rematar un medido centro del croata Luka Modric y rescatar un punto. 

Con la igualada, el Real Madrid mantuvo la cima de la Liga con los mismos seis puntos de ventaja sobre el Barcelona, que confiaba en recortar distancias respecto a su eterno rival en el Clásico. "No me sorprende, es lo que tiene Sergio, tiene mucha personalidad", afirmó sobre Ramos Zinedine Zidane, su entrenador en el Real Madrid. "Siempre está ahí, animando a los demás, nunca baja los brazos y eso es bueno para nosotros", añadió el técnico francés, feliz una vez más con su pupilo, tras el gran duelo.

No era la primera vez que Zidane le veía hacer algo similar a Ramos. La primera Liga de Campeones europea del entrenador galo con el club blanco, de hecho, lleva también el sello central andaluz. 

La conquistó la temporada pasada, ante el Atlético de Madrid en Milán, después de que Ramos abriera el choque frente a los rojiblancos con un remate en fuera de juego. El gol, no obstante, subió al marcador. Y obligó a los rojiblancos a igualar para llegar hasta una tanda de penales en la que Ramos también cumplió: anotó su penal, recibió el premio a mejor jugador del partido y se ganó el derecho a levantar el máximo trofeo europeo como capitán blanco.

Ese honor no le había correspondido en 2014, cuando un gol suyo fue decisivo para que el Real Madrid conquistara la famosa "Décima" en la final de Lisboa.

De nuevo ante el Atlético, Ramos firmó de cabeza y en el minuto final el gol que forzó la prórroga cuando los rojiblancos ya creían que celebrarían su primer título continental. Acabaron perdiendo por 4-1, mientras el central del Real Madrid acallaba a sus críticos con un gran éxito. Que se repitió meses después, cuando otro cabezazo suyo birló al Sevilla la Supercopa de Europa. No fue el gol de la victoria, pero sí el que condujo al alargue en el que el Real Madrid se proclamó campeón.

En la larga historia del Real Madrid, sólo Alfredo Di Stéfano (con cinco goles) y Raúl (tres) han mostrado igual o mayor eficacia que Ramos (tres) en las finales europeas. Ni el portugués Cristiano Ronaldo puede presumir de semejante mérito.  "Habría sido injusto perder porque hicimos un trabajo muy duro ante un grandísimo equipo como el Barcelona y no bajamos los brazos en ningún momento; es el ADN del Real Madrid, que siempre obliga a ganar", afirmó Ramos tras igualar el duelo de hoy con su clásico gol.

"Luka (Modric) te lo pone muy fácil en ese tipo de jugadas; me ha puesto un grandísimo balón y nosotros nos entendemos sin mirarnos", añadió el internacional español, repartiendo méritos.   

Muy cuestionado en el inicio de temporada por algunos fallos que le costaron tantos a su equipo y después de superar una lesión que lo apartó de las canchas por un tiempo, el central blanco logró ante el Barcelona lo que había anunciado: que sus críticos de ayer lo colmen de elogios.

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