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El proyecto de un ave fénix de color rojinegro

  • Bolli confía en su Chiclana Industrial: "Aún quedan 42 puntos en juego, le podemos ganar a cualquiera"

Bolli da instrucciones desde la banda durante un encuentro.

Bolli da instrucciones desde la banda durante un encuentro. / s. ramos

El Chiclana Industrial sufrió el pasado domingo una nueva e injusta derrota que lo dejó tocado y hundido moralmente. Los que asistimos a El Fontanal en la última jornada vimos por séptima vez el mismo partido: los rojinegros dominan el juego, la posesión y las ocasiones y en el minuto 92 en una contra marca el rival. Una y otra vez la espiral del que, como dije anteriormente, es el día de la marmota para los chicos de Bolli.

El técnico se marchó rápido por la frustración del momento pero ayer este medio se puso en contacto con él para poder analizar la situación con más calma. "El domingo fue un día duro pero, tras los entrenamientos de esta semana, ya estoy mejor", reconocía el míster. Es consciente del momento que atraviesan, por eso "tenemos que hacer lo posible para revertir la situación. Nos hemos centrado en el Antoniano para afrontar el partido lo más preparados que podamos y con toda la ilusión del mundo".

El rival de mañana también se las trae, reforzando el refrán de que 'a perro flaco, todo son pulgas'. "Es un equipo fuerte, de la parte alta, viene de Tercera División y en casa solo ha perdido un encuentro. Sabemos que es una plaza difícil, aunque hemos demostrado en todos los campos que vendemos cara la derrota y que es complicado doblegarnos. Por eso, Bolli está convencido de que "tendremos nuestras opciones. Habrá que tener mucho cuidado con determinados rivales y, ahora más que nunca, ir partido a partido y seguir creyendo".

Tal vez una de las soluciones sería jugar como lo hacen los equipos a los que se enfrentan: regalar la posesión y finalizar las jugadas a través de contragolpes. Pero entonces dejaría de ser el Chiclana Industrial, porque una plantilla que sabe jugar bien no se puede limitar a eso sin mutilarse a sí misma. En cualquier caso, el entrenador no se cierra: "claro que se pueden hacer variantes del sistema, cambiar un poco el dibujo y la forma de atacar. El quid de la cuestión reside en que los juicios no se pueden hacer únicamente en base al resultado".

Cuando uno busca ganar a la desesperada te pueden marcar a la contra, pero ese no fue el caso. "Hay que ser más contundentes y mejorar en la concentración; tenemos que hacer una mirada introspectiva. Si hay que meterse un poco más lo haremos, pero nosotros no sabemos jugar al pelotazo, encerrados atrás". Por falta de trabajo no será, pues los disparos, la finalización, los remates de cabeza, etc. se entrenan cada día. "Lo que pasa es que una cosa es la situación durante la semana y otra, la tensión en medio de un partido", subraya.

El conjunto rojinegro tiene vida y amor propio. No hay absolutamente nada que reprochar a los jugadores, pues "con un poquito de acierto hubiéramos ganado el choque. Y todo cambiaría, porque a efectos clasificatorios es algo que insufla moral y ánimo". Pero esas actitudes aún las conserva el Industrial a pesar de todo. "Todavía quedan 42 puntos en juego, hemos demostrado que podemos darle quebraderos de cabeza a cualquiera y, por consiguiente, le podemos ganar", recalca Bolli.

Precisamente porque aún queda media temporada por disputar es por lo que el vestuario industrialista ha entrenado "para mostrar por lo menos la misma cara o mejor de lo que hemos hecho fuera. A ver si somos capaces de volver a la senda de la victoria y así, cuando regresemos a El Fontanal, nos sirva de una vez por todas para que no se quede en un simple resultado aislado". Suena a tópico, pero ellos se aferran como nunca al próximo partido, para que los jugadores sientan que de verdad se puede "y que el trabajo que hacemos no sea en vano. Vamos a cambiar la flecha de la brújula hacia el camino correcto."

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