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La peor cosecha en 21 años

  • España recolecta sólo dos platas y otro par de cuartos puestos en Praga, un balance similar al de hace dos décadas Ureña acaba séptimo en triple y Rodríguez se rompe en 60 lisos

Dos medallas de plata (Indira Terrero en 400 y Pablo Torrijos en triple), otras dos de chocolate (cuartos de Jesús España en 3.000 y Borja Vivas en peso) y en conjunto nueve finalistas devuelven a la selección española de atletismo a números de hace 21 años en campeonatos de Europa en pista cubierta. Del quinto puesto en el medallero (Gotemburgo 2013), España ha retrocedido en Praga al decimoctavo, cerrando una actuación claramente por debajo de las previsiones. Sólo el 20% de los 30 seleccionados mejoró su marca en el O2 Arena de Praga.

El director técnico, Ramón Cid, había advertido, al presentar la selección, que se trataba de un equipo "potente, aunque no de muchas medallas", y las bajas por lesión de dos candidatos al podio, Manuel Olmedo en 1.500 y Eusebio Cáceres en longitud, contribuyó a reforzar el pronóstico.

El equipo español quedó algo mejor en la clasificación por puntos, séptimo con 38 unidades por detrás de Rusia (96), Alemania (86), Gran Bretaña (85), Polonia (83), Francia (66) y la República Checa (63). Cid habló de "valoración heterogénea" al hacer balance, en los que destacó dos medallas "excepcionales" y esos nueve finalistas que son, en su opinión, "algo peor de lo esperado, pero no demasiado". A su juicio hubo "actuaciones muy flojas, actuaciones muy buenas y una clase media muy numerosa".

El alicantino Jorge Ureña cerró ayer la participación hispana con un séptimo puesto en el heptatlón que le supo a poco. Terminó con 5.941 puntos, a 110 de su mejor marca, pero de no haber sido por el fallo en su mejor prueba, la longitud, habría estado incluso en el podio. El de Onil empezó bien el sábado: 6,96 en 60 lisos, pero pinchó a continuación en una de sus mejores pruebas, la longitud. Dos semanas después de saltar 7,58 en Antequera, se quedó en 6,88. En peso lanzó 13,46 (43 centímetros menos que su marca del año) y se entonó en altura (2,04). Estaba décimo entre quince con 3.217 puntos.

Recuperó ayer sus mejores sensaciones: ganó la segunda serie de 60 vallas con 7,81 y saltó 4,80 en pértiga, en ambos casos récord personal. Afrontaba en el octavo puesto la última disciplina, la carrera de 1.000 metros, en la que terminó cuarto con 2.42,61, subiendo al séptimo lugar.

El 1 de marzo pasado, en el Nacional en sala de Antequera, Ureña se había quedado a un segundo de batir el récord de España de Antonio Peñalver (6.062), que data de hace 23 años.

De la floja actuación española es buena muestra el hecho de que sólo dos españoles compitieran en la última jornada. Además de Ureña lo hizo Ángel David Rodríguez, que perseguía su primera final y se rompió en plena carrera (adductor izquierdo) cuando, tercero a 20 metros, acariciaba el pase en 60 lisos.

El equipo español dejó pasar en la capital checa la última ocasión propicia para brillar que se le presenta en el lapso de dos años. Los próximos compromisos serán mucho más complicados: Mundiales al aire libre en agosto, Mundiales en pista cubierta en marzo y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

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