El Portuense no supo aprovechar la superioridad en el juego en la segunda parte, por lo que perdió con justicia ante el Lorca y se coloca en una situación bastante comprometida. El cuadro de Carlos Orúe apenas existió en la primera mitad y aunque en la reanudación tuvo más posesión de balón apenas llegó a inquietar la portería de Jáuregui.

Lorca y Portuense llegaban al encuentro de ayer necesitados de una victoria y ambos equipos saltaron al campo dispuestos a buscar la victoria y, además, con ganas de ofrecer un buen espectáculo futbolístico de cara al espectador, lo que consiguieron durante los primeros cuarenta y cinco minutos puesto que los técnicos apostaron por un juego de toque, donde los balones largos brillaron por su ausencia y donde la calidad técnica de los jugadores de ambos conjuntos quedó patente.

Las cosas no comenzaron del todo bien para un Portuense que, de entrada, se encontró con la salida en tromba del Lorca. Así, el cuadro lorquino llevó en todo momento la iniciativa y en su primera aproximación ya pudo inaugurar el marcador, pero el remate de Chando, ya superado Eneko, se marcho ajustado a la cepa del poste.

El susto inicial no amilanó al Portuense, sino todo lo contrario. Los de Carlos Orúe no estaban dispuestos a dejarse avasallar y a los cinco minutos de partido ponían la replica a la ocasión local con un buen centro de falta de Zurdo que cabeceó a placer Sanlúcar, encontrando una mano prodigiosa del guardameta local Jáuregui.

Los minutos pasaban con alternativas constantes, siendo los locales quienes tenían el control del esférico y nuevamente, a los diecisiete minutos, pudo marcar si la vaselina de Manu Busto, con Eneko batido, no es salvada in-extremis por Sambruno sobre la misma línea de meta. Cerca de la media hora de juego el Lorca pudo adelantarse ya que Eneko derribó a Chando dentro del área, el penalti, que sólo le costó una tarjeta amarilla al meta del Portuense, lo lanzó Chando muy alto.

Sin embargo, el mejor juego de los de Miguel Álvarez tuvo su recompensa a falta de cinco minutos para el descanso en una buena jugada de Manu Busto y Jordi Tarrés que culminó Chando en la misma boca de gol logrando así adelantar a los suyos con su sexto tanto en lo que va de competición liguera. El Portuense se había ido diluyendo con el paso de los minutos y tras el 1-0, y sin tiempo para mucho mas, los de Orúe dejaron pasar el tiempo esperando el descanso para intentar recomponer sus filas.

En el segundo acto, el Lorca salió con la lección bien aprendida, es decir a hacer un fútbol control que permitiera pasar los minutos con una defensa a ultranza, un medio campo agresivo e intentar sorprender al contragolpe.

A Carlos Orúe no le salió bien el cambio de Jorge Herrero por Álex Cruz y el Portuense siguió sin mordiente. Y es que los gaditanos salieron mucho mas enchufado que en la primera mitad, pero nunca dieron la impresión de que podían igualar la contienda. Sólo la incertidumbre en el marcador permitía soñar a los andaluces con un hipotético empate que a tenor de lo visto no hubieran merecido.

Los lorquinos, por su parte, sujetaban bien a su rival y aunque en alguna jugada aislada mostraban alguna fisura por exceso de confianza, no tuvieron sensación de sufrimiento. Es más, en algún contragolpe, hasta pudieron los locales aumentar la ventaja a su favor. El trabajo colosal del local Jorge Sánchez y la muralla que suponía la pareja de centrales Azparren y Robles, fue más que suficiente para atajar los ataques alocados del Portuense.

A falta de nueve minutos para la conclusión del encuentro, una subida al ataque de Robles pudo suponer el 2-0, pero el balón se paseó por la línea de gol. En definitiva, el Lorca fue justo vencedor ante un Portuense que no disparó a puerta, jugando más con el corazón que con la cabeza.