Además de los tres puntos y el regreso a la cuarta posición perdida semanas atrás, la victoria en el campo de la Balona el pasado domingo "ha sido el detonante" de la creciente autoconfianza del equipo, aseguraba ayer el entrenador del Cádiz, Antonio Calderón, durante la rueda de prensa que ofreció en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de El Rosal previa al encuentro contra el Atlético Sanluqueño (domingo, estadio Ramón de Carranza, cinco de la tarde), una nueva final con la vista puesta en los play-off por el ascenso.

Calderón se estrenó en el banquillo (en su segunda etapa como técnico cadista) en el duelo casero ante el Córdoba B, "un partido que se daba por ganado", lo contrario de la visita al conjunto linense -las salidas eran la asignatura pendiente de la escuadra gaditana-, de la que el míster destacaba la forma en el que el conjunto amarillo logró el triunfo, "con un gol en contra que hubo que remontar y eso le dio más valor".

Une vez comprobada la positiva respuesta que está ofreciendo el equipo, los técnicos "podemos seguir exigiendo un poco más" a la plantilla, señalaba Calderón. "Pedimos compromiso para trabajar. El portero debe ser el primer atacante cuando tengamos la posesión del balón, y el delantero centro, el primer defensor cuando no lo tengamos. Los jugadores lo entienden y hay que seguir trabajando porque el objetivo es ganar, ganar y ganar".

El preparador cadista salió satisfecho de La Línea por la victoria y la manera de su consecución. "La cuarta plaza es anecdótica, lo más importante fue el trabajo que se hizo, el equipo entendió lo que había que hacer en el campo, reaccionó con el partido cuesta arriba, una situación que se había hablado antes".

El Cádiz vivía en las últimas semanas pendiente de los rivales directos -en especial el Guadalajara- y ahora depende de sí mismo para acceder a la fase de ascenso. "Antes dependíamos de otros y ahora de nosotros mismos, y eso supone que si hacemos lo que tenemos que hacer nos quedaremos ahí. El cuarto puesto es un golpe de ilusión para todos, pero todavía queda mucho, siete finales nada menos. Hay que centrarse en cada una de ellas y la primera es contra el Sanluqueño, un rival que respetamos y que seguro que lo pondrá difícil porque se juega mucho".

"El objetivo es mantener el cuarto puesto", explicaba el entrenador sin obsesionarse con ese peldaño de la clasificación porque "la diferencia es mínima. Se puede dar el caso de que salgamos de esa posición y después volvamos a ella".

Lo que sí tiene claro el gaditano es que es importante que el equipo "esté centrado en los siete partidos que restan". Dada la igualdad reinante en la tabla en la puja por el cuarto cajón del podio -Cádiz y Guadalajara están empatados a 57 puntos-, "esta jornada no es definitiva", apuntaba el míster.

Lo que sí es relevante es sumar los tres puntos frente al Sanluqueño, un adversario cuya pelea por la permanencia lo convierte en más peligroso por la necesidad que tiene de sumar de manera urgente. Comentaba Calderón sobre el cuadro verdiblanco que "lo vimos contra el San Fernando, al que ganó con un jugador menos; es un equipo que nunca se rinde, no está teniendo una temporada fácil pero no ha tirado la toalla. Así, vaticinaba un encuentro "difícil" porque a estas alturas de la temporada, en la recta final de la Liga, "todos los equipos se juegan algo, todo los partidos son complicados".

Calderón recalcaba que "tenemos que estar centrados. Esfuerzo, trabajo y compromiso", daba como claves el preparador, que rehuía de la más mínima posibilidad de exceso de confianza. "No quiero que se dé por ganado el partido. Hay que ir con humildad, trabajar más que el rival. No será un partido fácil, habrá que trabajarlo". Eso sí, mostraba su confianza en la capacidad de sus pupilos y en la suya propia para sacar adelante los partidos, siempre con el verbo trabajar conjugado al máximo.

Para finalizar, el técnico no escondía el objetivo que persigue con la labor diaria. "Que el equipo sea solvente, sólido en defensa, que no generen ocasiones y el portero pase desapercibido". Y a partir de "ese orden, nosotros crear oportunidades en ataque".

El empeño de Calderón es que el equipo sea "intenso, ordenado, atrevido, sin perder la alegría". Y por supuesto, que sume puntos de tres en tres.