Balón de oro 2014

La parada o el gol

  • Neuer, y no Messi, es el principal rival de Cristiano por el galardón.

Siempre es atrevido descartar a Lionel Messi en la pugna por un trofeo, pero la carrera por el Balón de Oro de 2014, cuyo ganador se conocerá hoy, parece cosa del portugués Cristiano Ronaldo y del alemán Manuel Neuer, dos hombres que representan formas opuestas de ver el fútbol y el galardón.

Cristiano, al igual que Messi, observa el juego de cara a la portería, obsesionado por perforarla. Neuer vive de espaldas a ella, encargado de defenderla y enfrentado constantemente a los ataques de futbolistas como los que se sentarán junto a él en el Kongresshaus de Zúrich, los delanteros.

La gala de la FIFA mide al gol frente a la parada, al delantero frente al portero. Y en eso los números ponen a Neuer en clara desventaja. Únicamente un portero, el ruso Lev Yashin, en 1963, ganó el Balón de Oro, que reconoce al mejor futbolista del año.

Neuer, de 28 años, debe además romper con el duopolio que ejercen Cristiano y Messi desde 2008, cuando el portugués ganó su primer trofeo. Luego llegaron cuatro seguidos del argentino del Barcelona, hasta que el año pasado, el delantero del Real Madrid recuperó el trono.

"Digámoslo así: favorito no soy", admitió el guardameta del Bayern Múnich, consciente de que sus dos rivales no son sólo goleadores de época, sino figuras icónicas cuya imagen da la vuelta al mundo no sólo cada vez que marcan para sus clubes, sino también a través de miles de anuncios publicitarios en todo soporte.

Neuer no es precisamente un chico gris que juega en un modesto club alemán, pero su atractivo comercial es mucho menor que el de las dos grandes estrellas de Real Madrid y Barcelona, cuya rivalidad se ha visto potenciada por la que los dos gigantes del fútbol español se profesan desde siempre.

"Soy deportista, no embajador de una marca, más allá de ser primer portero de adidas. No soy un tipo que pose en calzoncillos", dijo el alemán en una entrevista con la revista deportiva Kicker ante una pregunta sobre Cristiano y el peso de su imagen en la elección del Balón de Oro.

El galardón es prestigio, sí, y Cristiano está empeñado en una frenética carrera por ser el mejor con Messi, que le lleva dos balones de ventaja. Pero la paradójica coronación individual en un deporte eminentemente de equipo es también dinero: millones en contratos de patrocinio que redundan en beneficios para el jugador y su club.

Así pues, Bayern y Real Madrid no dudaron en poner en marcha la maquinaria propagandística para defender sus intereses. En Alemania todo el mundo insiste en que el Mundial de Brasil, ganado por la selección germana, debe ser un factor diferencial. En España pesan más la Liga de Campeones ganada por los blancos y los goles del portugués, máximo anotador en Europa.

El Real Madrid llegó incluso a reprochar al presidente de la UEFA, Michel Platini, dueño de tres Balones de Oro, que abogara por un campeón mundial como ganador en 2014.

Los precedentes hablan de un peso cada vez menor del Mundial en la elección, que se lleva a cabo con la votación de seleccionadores, capitanes nacionales y periodistas de todo el mundo. Xavi e Iniesta, símbolos de la España campeona del mundo en 2010, no pudieron evitar que Messi se llevara también aquel año el galardón.

El portugués, que hace un año no pudo reprimir las lágrimas al truncar cuatro años de derrotas frente a Messi, busca recortar distancias en su particular duelo con el argentino. Y Messi llega a Zúrich más preocupado por otras cosas. El Barcelona está inmerso en un terremoto en el que el argentino es el epicentro.

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