El Real Club Náutico de El Puerto de Santa María sale al paso de la denuncia pública que hizo la pasada semana Samuel Ibáñez Estrade, quien venía a criticar a la entidad por la cuota que pretenden cobrarle para que pueda navegar ahora que, debido a la crisis del coronavirus, se encuentra de nuevo en casa de sus padres, en la localidad portuense. Y ello a pesar de que hasta que se marchó a estudiar fuera representó al club e incluso colaboró con el mismo desinteresadamente.

Santiago Villagrán, presidente del Náutico, aclara pero sobre todo desvela algo que da un giro radical al asunto. "Este chico estaba haciendo uso de las instalaciones para navegar y guardar su piragua; no entiendo a qué ha venido su queja, la verdad".

Villagrán, que recuerda que "el club no es una ONG y tiramos para delante de forma humilde porque sólo somos 300 socios", explica que con Samuel "se estaba mirando para otro lado precisamente por deferencia a su pasado como socio con nosotros y porque tiene familia aquí". Sin embargo, asegura que "vamos a mantener una reunión para que estas cosas no vuelvan a suceder, y desde luego él tendrá que regularizar su situación".

En cuanto a la polémica de la denuncia por los precios, precisa que "lo que cobramos son 35 euros al mes para los socios deportivos, los que nos van a representar, porque si se trata de socio de número entonces sí es más caro. Incluso se puede ser socio temporal, que es otra opción, pero en ningún caso se le obligaba a pagar 900 euros al año".