El Cádiz se encuentra con una ocasión inesperada de auparse a una plaza de ascenso directo a Primera División. La derrota (0-2) del Huesca ante el Sporting de Gijón deja en manos de los amarillos escalar del tercer al segundo puesto en la próxima jornada de Liga, la 32ª, si el próximo lunes vence a la escuadra oscense, a la que arrebataría esa posición de privilegio.

El bajón sufrido por los aragoneses en las últimas semanas abre la puerta a un Cádiz que depende de sí mismo para volver a la segunda plaza, que ya ocupó meses atrás durante varias jornadas.

El Huesca sufre su peor racha de la temporada al arrastrar cinco partidos consecutivos sin ganar en los que sólo ha sumado dos puntos –tres derrotas y un par de empates-. El equipo de Rubi pasa de disfrutar de un cómodo liderato a desinflarse. Llegó a tener ocho puntos de ventaja sobre el Cádiz y ahora, tras ser despojado del trono por el Rayo Vallecano, la distancia se queda en sólo tres.

El cuadro norteño llegará al Carranza ubicado en el segundo escalón con 57 puntos por los 54 que atesoran los amarillos, a los que les basta con un triunfo por la mínima para superar en la tabla a su adversario.

En el choque de la primera vuelta, el Huesca se impuso 1-0 a los gaditanos. Si en el envite de la segunda vuelta vence por un tanto de diferencia el equipo de Álvaro Cervera, los dos tendrían 57 puntos, y el goal average quedaría igualado, por lo que habría que recurrir al balance general de goles para situar a cada uno en un lugar en la clasificación. Ese caso favorecería al Cádiz, que con un triunfo ajustado se colocaría con un saldo positivo de 16, mientras que el cuadro oscense se quedaría con 15. Los amarillos arrebatarían la segunda posición a su rival por un solo gol, toda una señal de la igualad que impera en la categoría de plata.