Desde que comenzó la temporada el Cádiz ha perdido 11 partidos. El de Éibar ha sido el último de una lista demasiado amplia -Tenerife, Córdoba, Castellón, Éibar en el Carranza, El Ejido, Gijón, Málaga, Hércules, Motril y Éibar- y que es impropia de un equipo que tenía el objetivo de ascender en el inicio de la temporada y hace pocas jornadas.

Se da la circunstancia de que son 11 derrotas en 28 partidos, las mismas que encajó en la pasada temporada en 42 jornadas. Es un dato que muestra claramente que el proyecto actual va por peor camino que el de la campaña 2006-07, que concluyó con el equipo en la quinta posición, por detrás del Valladolid, Almería, Murcia y Ciudad de Murcia.

Normalmente, un equipo que busca subir a Primera sólo se puede permitir un máximo de siete u ocho, que son los partidos que perdió el Cádiz la temporada de su último ascenso, con Víctor Espárrago en el banquillo cadista. Y es que en la temporada pasada, que tampoco fue la panacea, a estas alturas, a la conclusión de la jornada 28ª, el Cádiz era quinto con 43 puntos, ocho más que el equipo de Calderón, a ocho del Murcia, que era tercero. En aquel caso había ganado 11 partidos, había empatado 10 y sólo había perdido siete. Había marcado 32 goles, por los 27 de ahora. Casi todo ha ido a peor y los números no mienten.