El Real Madrid encara ante un Athletic Club con sensación de temporada acabada su último test antes de las semifinales de la Liga de Campeones, con el objetivo de seguir sumando y ganar confianza para la gran cita europea frente al Bayern Múnich.

Después de recuperar la tercera plaza de la clasificación con su triunfo en La Rosaleda, el objetivo que marca Zinedine Zidane para el Real Madrid es acabar segundo. Aunque el foco está en competir en Liga para llegar en las mejores condiciones a la Liga de Campeones, la única citas que de verdad es trascendente para el madridismo.

Favorecido para tener un descanso mayor, el Real Madrid jugará ante el Athletic su último partido antes de viajar a Múnich. Su rival de la próxima jornada liguera, el Sevilla, es finalista de la Copa del Rey y la visita al Sánchez-Pizjuán se aplaza al próximo 9 de mayo.

Disponer de una semana para el clásico europeo permite a Zidane apostar por un once de gala, aunque el técnico francés seguirá midiendo esfuerzos. Todo apunta a que puede dar una oportunidad a la BBC, que pasó de indiscutible a prácticamente inédita por el crecimiento de jugadores como Marco Asensio y Lucas Vázquez más la brillantez continua de Isco.

Las novedades de Zidane en el once apuntan a la vuelta de Varane y Marcelo en defensa, la presencia de Modric en el centro del campo, más Gareth Bale y Cristiano Ronaldo en ataque. Todos ellos descansaron en el último partido. El astro portugués ha marcado en sus once partidos con el Real Madrid y ante uno de sus rivales preferidos, el Athletic, quiere extender su racha. Ha marcado 7 goles en sus tres últimos partidos ligueros.

Mientras, el Athletic visita al Real Madrid con la sensación de que su temporada en lo competitivo está ya acabada desde que el sábado el Deportivo se llevase los tres puntos de San Mamés y minimizase la ilusión bilbaína de meterse aún en la pelea europea.

Fue ese 2-3 que tanta vida dio al Dépor un fuerte golpe para la plantilla bilbaína, que cerró con él la tercera de las puertas que tenía abiertas a principios de temporada y que, exceptuando en alguna medida la Liga Europa, en la que llegó a octavos de final, no se han supuesto más que decepciones. Así, ya con la cabeza más en la próxima temporada que en esta, y en saber si definitivamente Williams será el tan esperado relevo para un Aduriz que ahora sí parece que acusa el paso del tiempo, los leones saldrán al Bernabéu con la intención de no salir demasiado trasquilados.