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En memoria de Pfaff

  • Los belgas quieren la revancha por lo ocurrido en México 86, cuando Argentina los derrotó en semifinales

 El gran Jean-Marie Pfaff no llegó a atrapar la pelota segundos después de que Enzo Scifo viera pasar casi como una exhalación a Diego Maradona. Aquella derrota ante Argentina en México 1986 fue el último gran partido que jugó Bélgica en un Mundial.

28 años después de esa semifinal que terminó 2-0 gracias a un doblete de Maradona, los belgas buscan venganza, aunque el premio no será un billete para la final.

Pero el reto no es menor y tiene similitudes. El nuevo Maradona se llama Lionel Messi y Bélgica cuenta con una generación de centrocampistas que mueven la pelota con calidad.

“Sabemos que tienen al mejor jugador del mundo en su equipo. Pero no tenemos miedo. Si lo frenamos, tendremos una gran oportunidad”, declaró el atacante belga Eden Hazard. “No sé aún cómo lo vamos a hacer, pero veremos algunos vídeos y luego lo intentaremos”, añadió. Hazard es la estrella de los diablos rojos, el nuevo Scifo de Bélgica, e incluso mejor que aquel centrocampista que brilló con el Inter y el Mónaco.

La comparación de la selección de Marc Wilmots con la de México 86 es uno de los temas de actualidad en Bélgica. El diario Le Soir reunió a los héroes de 1986 en el balcón del ayuntamiento de Bruselas, donde festejaron hace 28 años su regreso del Mundial. 

Una pregunta recorre estos días el país: ¿Son Hazard, Kevin de Bruyne y Axel Witsel tan buenos como Pfaff y compañía, una generación que además de su éxito en Brasil perdió la final de la Eurocopa de 1980 contra Alemania y ganó el partido inaugural de España 1982 ante Argentina? Los más optimistas confían en que la nueva selección conquiste ese título que siempre se le escapó.

La generación de México 86 estaba formada, en gran parte, por veteranos muy experimentados, la mayoría de ellos rondando la treintena. Hazard, de Bruyne o el actual capitán, Vincent Kompany, aún no han alcanzado el cénit de su carrera.

“Queremos seguir a los del 86 en los libros de historia”, reconoció Hazard. “Por eso el partido de Argentina es tan importante, posiblemente el más importante de mi vida”, agregó.

El defensor del Bayern Múnich Daniel van Buyten es uno de los pocos miembros de la joven plantilla que había nacido cuando Maradona fulminó el sueño de los belgas hace 28 años. “Yo era muy pequeño, pero naturalmente me senté delante de la televisión, como todos”, comentó. “Aquella vez vibró todo el país, y ahora eso subió un peldaño más. Ante Argentina vamos a intentar hacerlo mejor que el equipo de 1986. Para nosotros eso es una pequeña motivación extra”, añadió.

En México 86 el principal rival llevaba el número 10 en la espalda. “Maradona estuvo increíble en ese partido. Lo que hizo con la pelota no era de este mundo”, recordó el defensor belga Michel de Wolf, presente en aquella semifinal. Paradójicamente, la principal amenaza que se cierne sobre el sueño belga también es argentina y luce el 10 en su camiseta.

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