Camino despejado. El caso José Miguel Caballero encontró ayer la ansiada solución y el jugador aceptó jugar en el Cádiz B. Todas las partes implicadas se vieron las caras en el club y acordaron la salida más lógica a un tema que nunca debió llegar tan lejos y que priva al jugador de actuar con el primer equipo hasta enero.

José Miguel Caballero acordó ayer que volverá a jugar en el filial y que para ello se adjuntará un anexo a su contrato, el cual mantiene las mismas condiciones a pesar del intento de Julio Peguero de reducirlo de manera importante en lo monetario. Ha sido una de las claves para que el canterano se haya replanteado su situación en la entidad.

Caballero pasa página a lo ocurrido y se congratula de su buen entendimiento con el presidente. Su pensamiento a partir de ahora pasa por el filial amarillo y por las órdenes de su entrenador, Ángel Oliva, que se encuentra con un gran e inesperado refuerzo para una medular que se la había quedado muy mermada con las graves lesiones de Juanito y Álvaro López.

Caballero cree que en su situación "se ha mezclado un poco todo". "Por un lado se pensaba que se iba a contar conmigo para el primer equipo, luego que no, y al final voy para el Cádiz B. Pero se lo he dejado claro al presidente: vuelvo al B a dar el máximo y ser el mejor", matiza el organizador gaditano.

Pero lo más curioso es que el jugador toma la bandera del filial para lanzar un reto bonito y apasionante al mismo tiempo que le lleva a decir que "viendo como está el fútbol, en Tercera División destacan pocos equipos y no hay muchos que puedan presumir ante nosotros". "Creo que esta temporada se puede hacer lo que no se ha hecho antes porque la plantilla es muy buena", apostilla. En este sentido, considera que "será un lujo trabajar junto a jugadores como Rubén Pérez, Raúl Amarilla, Bienve, Germán y tantos otros que tenemos en el filial". "Me gusta el equipo y me pongo encantado a las órdenes de Ángel Oliva, para ayudarle en todo lo que necesite para que vivamos una gran temporada".

La transformación que se ha producido en el caso de este futbolista y el club va camino de éxito porque ambos están muy enchufados, hasta tal punto que Caballero se apresura a decir que "en diciembre se verá si puedo ir a un equipo de Segunda B o pasar a la primera plantilla. Pero si viene un Segunda B, me lo pensaría sobre todo sin el año con el Cádiz B es bueno, en cuyo caso sería difícil que me planteara mirar algo de afuera", finaliza un José Miguel Caballero pletórico que regresa al filial con la ambición por todo lo alto y con una venganza sana para demostrar a todos en el club que merece un sitio en el primer equipo del Cádiz.