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Un lobo con piel de cordero

  • Los murcianos, hundidos en el pozo, llegan al Carranza con una racha de seis partidos consecutivos sin perder

El UCAM Murcia comparece por primera vez en el estadio Ramón de Carranza asfixiado por su nefasta ubicación en la clasificación. Ocupa el penúltimo puesto con unos escasos 22 puntos, a una lejana distancia de nueve de la promoción por la permanencia y a diez de la salvación directa. A pesar de su situación desesperada, el conjunto universitario no es, ni mucho menos, una perita en dulce. Todo lo contrario. El equipo con sede en la Región de Murcia ha mejorado sus prestaciones desde la llegada al banquillo de Luis García Tevenet. Ha pasado de ser una escuadra vulnerable a ser un equipo sólido que sabe guardar la portería y pelear hasta la extenuación.

En las siete jornadas de la segunda vuelta ha sumado más puntos (12) que en toda la primera (10), aunque esa evolución positiva no le ha servido nada más que para escalar un peldaño y abandonar la posición de colista en detrimento del Betis B.

El conjunto que ha debutado esta temporada en la categoría de bronce sólo ha perdido un partido en la segunda ronda del campeonato (en casa ante La Roda por 0-1 en el primer choque) y acumula ya seis jornadas sin conocer la derrota (con un balance de tres victorias y otros tres empates). Sus números como visitante en la segunda rueda del torneo lo convierten en un rival muy a tener en cuenta, sobre todo después de haber asaltado los campos del Melilla (0-1) y el Almería B (0-2). El tercer encuentro a domicilio, el más reciente lo saldó con empate (1-1) frente al Villanovense.

Hay que remontarse a los albores del pasado mes de diciembre para encontrar el último tropiezo universitario lejos de su feudo. Fue en su visita al San Roque de Lepe, ante el que perdió por 2-0. El siguiente desplazamiento fue a Cartagena, donde obtuvo una meritoria igualada a uno frente al equipo que ahora manda en la tabla. El UCAM ha marcado siete goles en otros tantos partidos de la segunda vuelta (cuatro a domicilio) y ha recibido cuatro (sólo uno lejos de su feudo). Es uno de los mejores equipos del grupo IV en las últimas seis jornadas junto con el Cádiz, que ha ganado los últimos dos partidos en casa (ante Villanovense y Betis B).

El resurgir del cuadro que juega en Sangonera la Verde cuando ejerce de local está aparejado a la llegada de Nico Varela el pasado mes de enero. El atacante, que firmó por el Cádiz en verano procedente del Murcia, aunque no cuajó en el conjunto amarillo, en el que dispuso de pocos minutos que no aprovechó para ganarse un puesto. El uruguayo no se ganó la confianza de ninguno de los tres entrenadores que han pasado por el banquillo cadista y se marchó cedido a la escuadra universitaria hasta final de temporada. El jugador es titular desde el primer momento -ha salido en el once inicial en todos los encuentros de la segunda vuelta- y se ha convertido en una de las referencias de un equipo que hoy echará en falta al futbolista sobre el tapete del Carranza, ya que para poder medirse a su club de pertenencia el UCAM debe abonar al Cádiz una considerable cantidad de dinero que no hará efectiva.

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