¿Se puede ser el héroe de unos cuartos de final del Mundial sin correr, sin sudar y tocando la pelota sólo dos veces? Sí. El seleccionador de Holanda, Louis van Gaal, cambió de portero al final de la prórroga y dio entrada al especialista Tim Krul, que con dos atajadas otorgó a su equipo el triunfo.

"Eso no es normal. Estás sentado todo el tiempo fuera, luego entras y tienes que salvar la semifinal", dijo Krul, portero del Newcastle inglés, tras quebrar la hazaña de Costa Rica, la gran revelación del Mundial de Brasil.

"Es un sueño de la infancia convertido en realidad", añadió el guardameta que entró al campo segundos antes del final de una prórroga taquicárdica en la que Marcos Ureña pudo dar el triunfo a Costa Rica al igual que Wesley Sneijder a Holanda en los últimos instantes. En pleno delirio, Van Gaal mantuvo la calma. Se guardaba un cambio y lo hizo. Krul por Jasper Cillessen, que había salvado a los europeos ante Ureña en su única intervención del partido. El primero lo lanzó Celso Borges. Krul adivinó la dirección, pero le faltaron milímetros. Estaba calentando. El segundo se lo atajó a Bryan Ruiz y también el quinto lanzamiento tico, a Michael Umaña, el que dio el triunfo definitivo por 4-3 porque los cuatro lanzadores oranje habían acertado ante Keylor Navas, el portero del torneo, brillante durante los 120 minutos.

Pero Krul y Van Gaal le robaron al final el protagonismo a Keylor Navas, el gran héroe de Costa Rica. El técnico se ha caracterizado durante el Mundial por los cambios tácticos. Ante México aprovechó la pausa hidratante para modificar el planteamiento y poner tres atacantes, lo que fue clave para dar la vuelta al marcador y llegar a octavos.