Sigue quedando claro que no va a ser fácil, que nadie regalará nada, y que el equipo azulino se tendrá que poner el mono de trabajo para estar donde tiene que estar. Pero ayer quedó claro, que los de Masegosa aprenden a paso de gigantes, se adaptan a la categoría a una velocidad de vértigo y sabe trabajar, apretar los dientes y sufrir para ganar.

Y por eso se gana, y por eso se da una imagen diferente. Ya no valen las prisas, impera la cordura, la tranquilidad, el saberse y verse superiores y creer en el trabajo que se realiza.

Lo demás viene solo. Llegarán partidos donde se aprovechen todas las oportunidades y las segundas partes sean diferentes. Llegarán partidos donde habrá acierto y eso se traducirá en tranquilidad. Y llegarán partidos donde se terminará de disfrutar tanto que el sufrimiento se convertirá en espectáculo.

Pues de inicio apuntar que ayer se le ganó con superioridad al Alcalá, igual que tenía que haber ocurrido contra el Recreativo de Huelva hace quince días. La diferencia entre ese encuentro y este ha sido que se ha acertado en una de las muchas que se tuvieron.

Los isleños ya tenían que haberse marchado al descanso con el trabajo realizado, pero los errores y, sobre todo, las decisiones arbitrales, privaron a la parroquia isleña de tener tranquilidad tras la reanudación.

Carlitos fue derribado claramente en el minuto 1 de juego, pero el melillense se tragó la primera de las penas máximas que tenía que haber pitado y en el 8' Chapi se convirtió en el más listo de la clase, robó el esférico y tras regatear a Manu fue derribado antes de empujar la pelota a la red. Segunda de las penas máximas no pitadas.

Los isleños eran superiores y así lo demostraban en el campo. Ñoño contó con su oportunidad antes de que Dani Martínez estuviese a punto de poner el uno a cero, pero Manu lo evitó enviando la pelota a córner. De él se fraguó el tanto que, a la postre sería definitivo. Héc tor,a la salida del mismo, asistió de cabeza al corazón del área para que Chapi pusiese justicia al trabajo realizado.

El gol dio paso a los mejores momentos de los azulinos, que atacaban con criterio y peligro en todas sus acciones. Con la sensación de que la primera parte tuvo que terminar con un resultado abultado y el bonito detalle de la afición de San Fernando que ovacionó a la Peña Orgullo Isleño, por su reivindicación de una grada más cerca del terreno de juego desde principios de Liga, terminó una primera parte bonita.

En la segunda ocurrió poco, solamente la incertidumbre de saber si el Alcalá traduciría las intenciones en ocasiones, cosa que no fue así y si el San Fernando aumentaría su ventaja, cosa que tampoco ocurrió. Los isleños suman y siguen, se adaptan y encuentran el camino a seguir.

San Fernando CD: David Zamora, Sergio, Ale, Héctor, Ezequiel, Jorge Herrero, Casabella, Carlitos (Gabi, 87'), Dani Martínez, Ñoño (Carballat, 74') y Chapi (Pablo, 62'). Alcalá: Manu, Carlos, Martín, Serrano, Docsio, Vega, Gonzalo (Saborido, 71'), Jaime (Fran, 51'), Yong (Pavón, 59'), David González y Boris. Gol: 1-0 (20') Chapi. Árbitro: Samir Amar Ahmed (melillense). Mostró cartulinas amarillas a Héctor, Casabella, Carlos, Gonzalo y Saborido. Incidencias: Unos 1.600 espectadores en el Iberoamericano. En el minuto 7 la Peña Orgullo Isleño entró en el campo reclamando la grada que se le prometió ante el aplauso del público. Terreno de juego en lamentabes condiciones.