Nueva piedra de toque. El San Fernando de Ñoño Méndez no pretende otra cosa en el enfrentamiento que le medirá en la tarde de hoy al Granada B, que continuar con su enorme racha de resultados. El equipo azulino lleva cuatro jornadas sin conocer la derrota, lo cual ha dejado un bagaje de 10 puntos, merced a las tres victorias consecutivas y el empate que cosechó el pasado domingo en el encuentro que le midió al Melilla, y donde los de La Isla hicieron méritos de sobra para poder haber conseguido hacer historia con una cuarta victoria seguida en Segunda B.

Por este motivo, los de San Fernando viajan hasta la localidad granadina de Armilla con la moral por las nubes, y mucho más teniendo en cuenta que el rival al que se mide no se encuentra en su mejor momento y lleva también cuatro jornadas sin saborear la mieles del triunfo, lo que puede ser un arma de doble filo, teniendo en cuenta el potencial que atesora el equipo filial de todo un Granada en Primera División.

Pero en confianza y en ganas nadie le va a restar un ápice a los de La Isla que, a sabiendas de que su potencial económico es inferior a estos equipos, trabajan y pelean lo indecible sobre el terreno de juego para sacar positividad al esfuerzo en resultados.

En el capítulo deportivo, cabe destacar que el técnico azulino volverá a contar con tres sensibles bajas para el choque. En un principio, Iván continúa con su proceso de recuperación del fuerte esguince, con rotura parcial incluida, que sufrió en el tobillo y, aunque ha mejorado considerablemente de su lesión, todavía le restan, al menos, dos semanas más en el dique seco. En segundo lugar, Jorge Herrero, con el que el equipo no puede contar desde la fase de ascenso del pasado año, ya está entrenando con el grupo, es más la noticia positiva es que ha realizado tres sesiones continuadas con el resto de sus compañeros con total normalidad, pero ahora toca ponerse en forma para ir entrando poco a poco en el ritmo de la competición.

La tercera y más importante de las bajas, es la del malagueño Gerrit. El equipo no sabe, desde que comenzó la temporada regular, lo que es jugar un partido sin su cerebro en el centro del campo. Las cinco cartulinas que le han sido mostrada al mediocentro, le impedirán ser de la partida y tendrá que cumplir un partido de sanción. Su lugar, en el centro del campo, podría ser ocupado por el joven Óscar Oliva, aunque conociendo a Ñoño Méndez, es una incógnita el saber cómo solucionará el problema de la ausencia de uno de los hombres más importantes que tiene el esquema de juego del San Fernando esta temporada.

Por lo demás, no parece que vaya a ver muchas novedades con respecto a lo que el técnico sevillano ha venido ofreciendo en los últimos partidos.

Cabe señalar que el escenario del choque no será el Nuevo Los Cármenes donde habitualmente ha disputado sus partidos el filial nazarí. El anterior entrenador del primer equipo franjirojo, Paco Jémez, impidió al filial jugar sus partidos en el estadio de Granada para no estropear el terreno de juego y la llegada de Lucas Alcaraz al cuadro granadino no ha cambiado en las normas, por lo que el partido se disputará en la vecina localidad de Armilla.

El filial granadino ha tenido unas semanas confusas ya que la destitución de Jémez, hizo que su entrenador Lluis Planagumá, cogiese momentáneamente las riendas del primer equipo, por lo que fue el técnico de categorías inferiores David Tenorio, el que se hizo cargo de la dirección, cosechando una derrota en Murcia.

Restaurada ya la dirección deportiva del primer equipo, también Planagumá ha vuelto al filial, por lo que será el que se siente en el banquillo en la tarde de hoy.

Nuevo partido, nuevo reto para los isleños, nuevas ilusiones, nueva reválida y nueva oportunidad para darle continuidad a una racha que ha hecho que los de San Fernando ya tengan la vitola de equipo revelación del grupo.