A Kamil Kosowski le llega la hora para ser un jugador determinante en el Cádiz. El internacional polaco se está haciendo poco a poco con un hueco en el once y con un papel fundamental en las acciones de estrategia. Su exquisito golpeo de balón con las dos piernas está siendo explotado por Raúl Procopio, que sabe lo mucho que puede aportar el jugador ahora que físicamente ha alcanzado un nivel óptimo y que va superando la barrera del idioma. Como se suele decir en estos casos, Kosowski puede ser el mejor fichaje pensando en la próxima temporada.

El futbolista nacido en Ostrowiec hace 30 años lleva dos encuentros en los que parece haber despertado su instinto de jugador de peso, desequilibrante y que maneja con acierto los tiempos del partido. En la segunda parte contra el Sporting de Gijón se echó el equipo a la espalda con varios desbordes por la banda izquierda y liderando todos los lanzamientos a balón parado, donde golpea el esférico con enorme intención y con el privilegio de ser ambidiestro.

Los técnicos del conjunto cadista, Barla el primero porque fue su gran valedor al incorporarle en el mercado de invierno, siempre han confiado en Kosowski, en las virtudes que ahora ofrece y que en sus primeros partidos sólo se vieron con cuentagotas. Tanto es así que para mañana Raúl dispone de Enrique y de Gustavo López, aunque dejará al extremeño en el banquillo para apostar de inicio con el argentino y el polaco. Unas bandas con claro sello foráneo pero con bastantes dosis de garantía para que en el estadio de A Malata, Natalio y Dani estén bien surtidos de balones. Los delanteros son conscientes de que puede ser los más beneficiados del buen nivel de los extremos, sobre todo en un equipo que no tiene un organizador.

Hasta la fecha Kosowski ha jugado 12 encuentros con la elástica amarilla, acumulando 570 minutos. No ha marcado un gol ni ha sido amonestado. Los discretos números en encuentros oficiales no tienen nada que ver con la evolución que está llevando y que se aprecia a la perfección en los entrenamientos. En el de ayer ejecutó de manera magistral varios lanzamientos de falta tanto directo a portería como buscando a un rematador en materia de estrategia. Además, Raúl lleva algunos días insistiendo en la necesidad de que el Cádiz se coloque el cuchillo entre los dientes a la hora de disparar a portería. El preparador pretende que se apueste más por este estilo y que se haga con seguridad y convencimiento de conseguir el objetivo.

En sus anteriores equipos Kosowski fue un experto en perforar la meta rival desde larga distancia. Falta que lo haga de amarillo.