Política

"Es la hora de los deportistas"

  • Lissavetzky prefiere obviar los asuntos políticos y destaca que el equipo olímpico español sea una verdadera "selección", dado el grado de implicación existente

El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, prefiere apartar las cábalas sobre si la delegación española superará el listón de las 22 medallas de Barcelona 92 en los Juegos Olímpicos de Pekín y dice que desde hoy hasta el 24 de agosto ha llegado "la hora de los deportistas".

Lissavetzky recordó que el deporte español tuvo un "comportamiento muy bueno" en 2007 en los Campeonatos del Mundo de disciplinas olímpicas. En el cómputo global, se lograron cerca de esas 22 medallas que son fetiche desde los Juegos en la Ciudad Condal, aunque esta vez considera que no debe hacer predicciones. "Eso es para los videntes y yo no lo soy. Se han obtenido en torno a 22 medallas, por lo que en 2008 estamos en buena disposición para lograr un importante número. Decir más es ser poco riguroso", aseguró.

Asimismo, recordó los Planes Especiales que se han llevado a cabo con la mayoría de las federaciones nacionales que incluían concentraciones en China para que sus deportistas lograran una mejor adaptación a la contaminación y humedad que soportarán en los Juegos. "Lo que hemos intentado es que esa diferencia de clima se haya disminuido lo mínimo. España va a estar muy bien preparada porque se ha hecho un traje a la medida de cada federación y deportista. Es la hora de los deportistas", manifestó.

A su juicio, se puede hablar de "un concepto de selección español olímpica", debido al grado de implicación que existe entre los deportistas de las distintas disciplinas, tal y como se reflejó en la recepción oficial a la delegación española presidida por los Príncipes de Asturias, don Felipe de Borbón y doña Letizia Ortiz.

"Que Gasol, Nadal, Contador, Sastre, que son grandes campeones, vayan a la Villa Olímpica a dormir dice que nadie es más que nadie. Yo estoy muy orgulloso de que acepten también ser campeones en normalidad", señaló.

El problema de los altos niveles de contaminación que se sufren en la capital china, oculta tras una ligera neblina en pleno agosto y que no permite ver los edificios altos apenas te separas unos metros, no preocupa a Lissavetzky porque, según él, "será para todos". "El que menos sale perjudicado es China, porque es su país, pero hay que pensar que es igual para todos. No voy a defender las condiciones meteorológicas de Pekín, pero eso no va a impedir que España logre un buen resultado", declaró.

Tampoco considera que haya que incidir en el problema del recorte de libertades por parte del Gobierno chino porque, para él, "no ha habido cambios respecto al año en que el COI designó a Pekín como sede de los Juegos de 2008. "Lo que se intenta es respetar el trabajo de más de 10.000 deportistas durante cuatro años y se aplica el concepto de tregua olímpica. Como sucedió en Corea, los Juegos pueden ser un elemento democratizador. No se trata de taparse los ojos, pero hay que buscar el punto de equilibrio para que se celebren con la mayor normalidad posible", aclaró.

La prueba en ruta de ciclismo, que disputará un quinteto que no admite comparación (Valverde, Freire, Sastre, Contador y Samuel Sánchez), podría significar la inauguración del medallero nacional. "No hago quinielas, pero estaría encantado de que así fuera en el ciclismo", deseó.

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