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El histórico vuelo de Peleteiro

  • La española acaba séptima, con marca personal (14,23), en una igualada final que ganó Rojas (14,91)

Ana Peleteiro ejecuta uno de sus saltos en la final de triple.

Ana Peleteiro ejecuta uno de sus saltos en la final de triple. / diego azubel / efe

La venezolana Yulimar Rojas, de 21 años, arrebató a la colombiana Caterine Ibargüen el cetro mundial de triple salto con una marca de 14,91 metros, sólo dos centímetros más que la campeona olímpica, en una igualada final en la que Ana Peleteiro logró una meritoria séptima plaza con la mejor marca de su vida (14,23).

La gallega ha adquirido madurez de la mano de Iván Pedroso, cuatro veces campeón mundial y una olímpico de longitud y que dirige también a Rojas.

La española debutó con un salto de 13,92 y después firmó un nulo. Estaba duodécima y última antes de la tercera ronda, a punto de quedar eliminada y entonces se descolgó con el mejor salto de su vida: 14,23. Ascendía así hasta el séptimo puesto y se ganó el derecho a ejecutar otros tres saltos junto a las mejores. Pero en el cuarto hizo nulo, se lesionó y acabó viendo desde la barrera la final.

Ibargüen, que aspiraba a ser la primera atleta en conquistar tres títulos mundiales consecutivos, se va de Londres, como en los Juegos de 2012, con la medalla de plata, y la kazaja Olga Rypakova (oro en Londres 2012), con la de bronce (14,77).

El duelo quedó planteado desde el primer salto. La colombiana tomó el mando con 14,67 y la aspirante se puso a rebufo con 14,55. Rojas aportaba a la contienda descaro juvenil y la seguridad que le daban sus cinco saltos sobre 14,60 metros este año y adelantó a la campeona con su segundo vuelo, de 14,82. Rypakova terció en la contienda con 14,77, pero Ibargüen reaccionó con 14,89 para retomar la cabeza. Hasta que Yulimar ejecutó, en la quinta ronda, su salto ganador de 14,91. Ibargüen, entrenada por otro cubano (Ubaldo Duany), volvió a ser segunda en Londres, como en los Juegos de 2012.

Además, el castellonense Pablo Torrijos, plusmarquista español de triple salto con 17,04 metros, se clasificó por primera vez para la final de unos Mundiales gracias a un salto de 16,80 metros que lo situó octavo entre la docena de finalistas. Compitiendo en el Grupo A de la clasificación, Torrijos empezó con un brinco de 16,57 metros, retrocedió a los 16,00 en el segundo intento y terminó con su mejor registro, 16,80, que, aunque se pedían 17,00 para entrar automáticamente, le abrió las puertas de la final del próximo jueves. El año pasado había sido eliminado en los Juegos de Río con una marca de 16,11. El pasado 10 de junio, el atleta consiguió en la final de la División de Honor de clubes el mejor salto español de la historia al aire libre con un registro de 16,96 metros, marca que sólo tiene por delante los 17,04 metros que consiguió él mismo bajo techo en Praga.

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