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Los 'héroes' exóticos de Londres 2012

  • Un remero nigerino, una levantadora de pesas de las Islas Salomón y un judoca de oficio carpintero ponen la 'nota de color' de las Olimpiadas.

Un monje jinete, un simpático remero de  Níger y un judoka del tercer país más pequeño del mundo son los héroes exóticos de los Juegos Olímpicos de Londres que comparten protagonismo con las grandes estrellas.  El país anfitrión de Londres 2012 no puede presentar ninguna  atracción como Eddie the Eagle Edwards, el famoso saltador de  esquí. Pero no faltan tipos como el nadador Eric Moussambani, de  Guinea Ecuatorial, que en la prueba de 100 metros libres de Sydney  2000 casi se ahoga. 

Uno de los más curiosos participantes olímpicos es el jinete  japonés Kenki Sato, que ha proseguido una tradición de su familia que  se remonta a 400 años; ser monje. "Es el el número 26 de su familia", cuenta el campeón mundial y  flamante campeón olímpico, el alemán Michael Jung, con quien Sato  entrena desde hace 11 meses. 

Hamadou Djibo Issaka es considerado ya casi como un campeón  olímpico. Cuando el remero de Níger se aproximaba a la línea de meta,  los 25.000 espectadores a orillas del lago Dorney se levantaron de  sus asientos y le dedicaron prolongados aplausos. Y eso que el remero  africano no luchaba por las medallas, sino que fue el último en el  campo de regatas de Eton, donde terminó a un minuto y medio del  vencedor. 

A la pregunta de si no tenía miedo de que volcara la embarcación,  el deportista de 36 años respondió con humor: "No hay problema. Sé  nadar". Issaka, que probó el remo al verlo por televisión, quiere  más: "Planeo mi participión para Río 2016". 

No mucho mejor le fue en la capital británica a Jeniy Tegu Wini. La levantadora de pesas de las Islas Salomón, en el Pacífico Sur, fue  segunda de los campeonatos de Oceanía. Pero contra la elite mundial congregada en los Juegos Olímpicos no tuvo la más mínima opción. En  la categoria de hasta 58 kilos, terminó en el lugar 17, la última,  con 160 kilos, pocos en comparación con los 246 de la campeona olímpica, la china Li Xueying

El país del judoka Sled Dowabobo es todavía más pequeño que las  Islas Salomón. La isla Nauru, de 10.000 habitantes y situada unos  2.500 kilómetros al norte de Australia, tiene una extensión  aproximada a la de Mónaco o el Vaticano, y es el tercer país más  pequeño del mundo.  Dowabobo trabaja allí como carpintero y por la tarde entrena con  dos amigos que poseen el cinturón negro. Su actuación olímpíca fue  breve e indolora; algo más de un minuto

Su colega de judo Jennifer Anson, de las Islas Palaos, en el  Pacífico, se despidió aún con más rapidez. El adiós en 45 segundos lo  explicó así: "Cuando estaba en la lona, de pronto, todo en la cabeza se me desconectó. Quería ser defensiva y al mismo tiempo ofensiva.  Pero luego estaba ya de espalda en la lona". 

Diroshi Hoketsu es con 71 años el abuelo de Londres 2012, pero aún  se da cuenta de que va mejorando día a día. "Eso mantiene mi  motivación", dice el jinete japonés, que compite en doma. Sus  primeros Juegos Olímpicos los vivió en Tokio 1964, cuando era aún  jinete de saltos. Descarta la posibilidad de batir el récord del sueco Oscar Swahn,  que en los Juegos de Amberes 1920 tenía 72 años y diez meses. "Mi  caballo tiene ahora 15 años y para Río sería demasiado viejo" asegura el nipón. 

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