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Un galo corona el Muro de Bretaña

  • Vuillermoz sorprende con un ataque imparable y se adjudica la etapa Froome continúa líder

Alexis Vuillermoz (Ag2r), un especialista de bicicleta de montaña, se coló en la fiesta de los favoritos para derribar a pura fuerza el Muro de Bretaña, meta de la octava etapa que comenzó en Rennes y que dispuso de un recorrido de 181,5 kilómetros, tras la cual Chris Froome (Sky) conservó el maillot amarillo, mientras que Vincenzo Nibali (Astana) perdió 10 segundos.

Coincidiendo con el marcaje que se hacían los gallos de la general, Vuillermoz, de 27 años, que ya fue tercero en el Muro de Huy, arrancó con fuerza a 600 metros de la cima del Alpe D'Huez bretón para cerrar el debate por la victoria. Inapelable su latigazo, que hizo inútil el esfuerzo de Daniel Martin (Cannondale), Alejandro Valverde (Movistar) y Peter Sagan (Tinkoff).

Tras el ganador, 10 segundos después cruzaron la meta Froome, Alberto Contador (Tinkoff) y Nairo Quintana (Movistar), que firmaron tablas en la misma meta donde en 2011 Cadel Evans frustró al madrileño. El palo se lo llevó Nibali, que reventó en el momento que se desataron las hostilidades a 1.000 metros de la línea.

El siciliano, defensor del titulo, regaló en vísperas de la cronometrada por equipos 10 segundos a sus rivales directos y 14 a Valverde, que sumó 4 de bonificación como tercer clasificado.

Al murciano se le escapó la victoria de las manos pues, no salió a por Vuillermoz cuando éste atacó y cedió un espacio precioso que echó por tierra sus opciones de estrenar su casillero en un día diseñado a su medida.

Como mandaba el guión, la etapa fue un paseo cómodo, con escapadas consentidas. A falta de 2 kilómetros para el final, en el repecho del Muro de Bretaña, comenzó la batalla por un puñado de segundos. El botín no dio para mucho más, pues eso del Alpe D'Huez bretón es solo una forma cariñosa de llamar a esta cota, cuya subida no es de las de asustar a nadie.

No obstante, en el Tour se pelea palmo a palmo. El Sky entró a toda maquina al ascenso con Froome con ganas de hacer algo grande. El británico, muy seguro y ambicioso, arrancó en el último kilómetro, y ese arreón, que no le valió para adjudicarse la etapa, sí dejó en evidencia a Nibali.

Un empujón más al italiano en la general a un día de una contrarreloj por equipos que pondrá en ventaja al británico en la antesala de los Pirineos. Por el momento, Froome acometerá el esfuerzo colectivo con Contador a 36 segundos, Valverde a 1.47 minutos, Quintana a 1.56 y Purito Rodríguez a 2.00.

En el arranque lo intentaron Chavanel, Huzarski, Sicard y Périchon, quienes buscaron una suerte más que improbable, hecho que comprobaron en sus propias carnes en el kilómetro 69, cuando el pelotón les dio caza.

Luego probaron fortuna Golas, de nuevo Huzarski y Bak, pero el Cannondale se encargó de alcanzarlos para que Daniel Martin conquistara el Muro. A 8 de meta se desató la locura por coger buen sitio para el ascenso. El BMC aplico el martillo pilón para terminar de seleccionar el grupo definitivo, el Tinkoff puso a trabajar a Rogers pensando en Sagan, pero el Sky marcó el territorio.

Debían salir los ilustres a batirse el cobre, pero Vuillermoz voló en busca de la gloria, de su estreno en el Tour. Y logró su sueño. Premio a la ambición, se la jugó con antelación, para evitar la mala experiencia en el Muro de Huy. Alegría del francés, que saca lo mejor de sí cuando se calza las ruedas gruesas de la montaña.

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