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"Mi forma me preocupa, pero no me obsesiona"

  • Carlos Caballero espera estar viviendo "sólo una mala racha" y confía en "volver a ser el de antes"

Su mejor momento coincidió con el mejor momento del Cádiz. Y su peor momento también ha coincidido con el peor del equipo. Casualidad o causalidad, no es descabellado afirmar que el equipo de Gracia tiene cierta Carlosdependencia. Como también padece unas décimas de Toedtlidependencia, Raullopezdependencia o Casilladependencia ... Y es que cuando los jugadores llamados a marcar diferencias no están o no aparecen, el grupo empieza a perder la personalidad sobre el campo.

Carlos Caballero reconocía ayer que no está en su mejor momento. Creyó que tras el descanso navideño, y una vez recuperadas las fuerzas, volvería a brillar. Y no ha sido así. Nota que las piernas tardan en reaccionar a lo que su cabeza es capaz de pensar o imaginar en menos de un segundo.

El madrileño se quedó fuera del equipo titular en el partido contra el Conquense. Le sustituyó en la mediapunta el canterano Fran Cortés, que no fue capaz de superar las adversidades del campo y la climatología para imponer su calidad. "No me sentó bien quedarme en el banquillo en Cuenca, porque todos queremos jugar. No me lo esperaba para nada, me pilló de sorpresa, pero hay que respetar y acatar las decisiones que tome el míster", confesaba ayer el cerebro de este Cádiz, dándole vueltas al presente, recordando al pasado y sin prisas por adelantar el futuro.

¿Qué le pasa a Carlos Caballero? Es una pregunta que se hace Javi Gracia y es una pregunta que se hace todo aficionado amarillo. También es algo que se pregunta el propio jugador, que no se viene abajo por el toque de atención en forma de banquillo que recibió en el último partido y deja claro que confía en "volver a ser de antes". "Tengo que reconocer que me falta la chispa que tenía antes, pero confío en que esto sea sólo una mala racha. Y una mala racha no se corta con una varita mágica, qué más quisiera yo, por lo que sólo me queda trabajar y seguir trabajando para tratar de recuperar cuanto antes esa chispa que me viene faltando. Me preocupa mi estado de forma actual, pero no me obsesiona", se respondía contundente Carlos Caballero.

El mediapunta es optimista. "Me conozco y sé lo que puedo dar", se decía. "En la primera vuelta me encontré muy a gusto sobre el campo y últimamente me he sentido más torpe y más lento. Al principio todo fue sobre ruedas, me salieron bien las cosas, y a día de hoy, por un cúmulo de circunstancias, estoy más espeso. Tengo claro que mi calidad no ha podido empeorar en un mes y sé que tarde o temprano tiene que volver a aparecer. Tengo confianza, soy muy crítico conmigo mismo, y no hace falta que me dejen en el banquillo para que me dé cuenta de que algo no va bien. No sé si es algo físico, me ha podido pasar factura el ritmo de trabajo en los entrenamientos, pero al final de Liga voy a llegar bien, yo no he cambido mi forma de jugar. No estoy cansado, sólo un poquito menos rápido", explicaba convencido.

"Hay que apretar los dientes e ir partido a partido", afirmaba pensando en el colectivo. "De aquí al final todo irá bien cuando crezca la diferencia de puntos respecto al Poli Ejido y todo estará mal cuando nos la recorten", concluyó aludiendo a la última jornada.

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