Balona-Cádiz

Un equipo sin esencia (2-1)

  • El conjunto amarillo repite los males de la semana anterior y vuelve a perder, tras ir por delante en el marcador, ante un rival superior La segunda mitad, un auténtico desastre

El Cádiz se empeña en complicarse la vida en su recorrido hacia la fase de ascenso. Si llega al play-off con las prestaciones que  ofreció ayer o la imagen de una semana atrás en Sevilla, el fracaso, uno más, está más que garantizado. El equipo amarillo se arrastró ayer sobre un césped sobre el que apenas se mantuvo en pie para, resbalón tras resbalón, caer con toda justicia frente a una Balona que, plagada de importantes bajas, creyó en la victoria y paso por encima del conjunto capitalino en la segunda parte.

 

No hay argumento que se acerque a los mínimos parámetros de la lógica que sirva para explicar cómo un equipo encadena cuatro victorias seguidas, con una juego a veces hasta brillante, de pronto pega un brusco giro de 180 grados para sumar dos derrotas que sobrealimentan el océano de dudas no por los varapalos en sí, sino por la forma en que se producen. El Cádiz firmó ayer el segundo pase de la debacle sufrida ante el Betis B, como si se tratase de una sesión continua de una película de terror. Sí, de terror. Porque el Cádiz dio pánico. A día de hoy sería el chollo en el bombo del sorteo de la fase de ascenso. Tantas facilidades dio atrás que el marcador hasta se quedó corto para un cuadro linense que lo bordó. El motor del equipo amarillo se apaga por el desorden el juego y también por el desastre de unos cambios en la segunda mitad que volvieron locos a los jugadores. Güiza, el mejor de los visitantes, sólo estuvo una hora en el campo por decisión del entrenador y tras su marcha desapareció lo poco quedaba de un Cádiz que baja a la cuarta plaza y se despide de manera definitiva del liderato, del que queda a nueve puntos.

 

Por mucho oficio que se le suponga aun equipopreñado de treintañeros de vuelta de todo, la realidad es que el Cádiz asistió una vez más como espectador pasivo a la remontada del adversario. Ocurrió una semana atrás y de nuevo ayer. Tres minutos le duró el 0-1 y cuando perdía 2-1, con 20 minutos para la reacción, ni siquiera tiró de orgullo. Nada. Ni un solo tiro a puerta con el marcador en contra y sólouno en toda la segunda mitad en un viaje a ninguna parte.  

 

Tres modificaciones realizó en el once el preparador cadista, quien justo después de  la derrota ante el Betis B había anunciado que iba a hacer cambios. Uno obligado y dos por decisión técnica. Dio entrada a Pavez en el lateral izquierdo en lugar del sancionado Andrés Sánchez, se decantó por Servando en vez de Aridane en el eje de la defensa y apostó por Jandro como relevo de Abel Gómez, quien pasó de la titularidad en Sevilla a la grada. El resto, el bloque habitual de los últimos tiempos, con Nana en la medular como escudero de David Sánchez.

 

En la primera parte ya quedó patente la manifiesta debilidad defensiva de un Cádiz que sin el balón las pasa canutas. Los laterales fueron un coladero, aunque la Balona también hizo daño por el centro.

 

Los dos equipos se saltaron los protocolarios minutos de tanteo y llegaron a puerta en los primeros coletazos del partido. En el minuto 3, Juampe no remató por poco a escasos centímetros de la portería y en la acción posterior, en el área contraria, un tiro flojo pero colocado de Güiza no fue gol gracias a la meritoria intervención de Mateo.

La balanza empezaba a inclinarse a favor de los locales, que llegaban con asiduidad pero fallaban en el último pase o en la definición, como el disparo con intención  de Zamorano que se marchó fuera (en el 10).

 

Le costaba al Cádiz entrar en el partido. El balón le duraba muy poco y la adaptación el césped artificial era costosa. El bote de la pelota era irregular y los resbalones eran frecuentes hasta el extremo de convertirse, por momentos, en un contratiempo. Aun así, lo amarillos conseguían provocar una ristra de saques de esquina al que no no sólo sacaban rédito sino que más de una vez terminaban en contragolpe de los albinegros.

 

Un centro chut de Álvaro García (en el 19) a punto estuvo de sorprender a Mateo. No tuvo incidencia en el marcador, pero sí fue el aviso de que el Cádiz despertaba. Sin hacer nada del otro mundo, sí tocaba más el esférico ayudado por un rival guarecido a conciencia en su campo abonado a la contra. En el 22, un misil de Lolo Plá se escapó por poco tras rebotar en la zaga. La Balona también disponía de ocasiones, como el  remate de Juampe que atrapaba Alberto Cifuentes. Ambos contendientes buscaban el gol. Cada uno a su manera. Jandro casi lo encontraba en el 29 y un minuto después Lolo Plá no conectaba en boca de gol. Stoichkov daba la réplica con un cabezazo que sacaba Alberto Cifuentes hasta que por fin, en el 32, Güiza abría la lata con un disparo raso y cruzado que dejaba sin respuesta a Mateo. Álvaro García metía en profundidad a Jandro, que no conseguía controlar un balón que recogía el jerezano dentro del área para resolver con la calidad que en su día le hizo ganar una Eurocopa.

 

El Cádiz había hecho lo más difícil en un partido con ida y venidas de un área a otra. Se había colocado con 0-1, pero la ventaja que había tardado 32 minutos en conseguir la tiraba por tierra en sólo tres. Juampe había obligado a Alberto Cifuentes a evitar el empate en el 34 pero en el 35 el cancerbero no podía evitar el 1-1 tras el remate de Stoichkov. José Ramón centraba por bajo desde la banda derecha, el esférico se paseaba por el área pequeña sin que la defensa se diese por aludida y el delantero, completamente solo en el segundo palo, impartía justicia con un gol que equilibraba el partido. El Cádiz no había acumulado méritos para irse al descanso con victoria. Incluso estuvo a un tris de marcharse por debajo tras una jugada de tiralíneas de los locales que culminó Ismael Chico con una volea que rozó la escuadra.

 

La Balona volvía a destapar las carencias defensivas del Cádiz antes del primer minuto de la reanudación, cuando Gabriel, desde la frontal del área, soltaba un zapatazo que se perdía por centímetros junto a un poste.

 

El equipo de la capital se dedicaba a achicar balones en un arranque frenético de los anfitriones. Los hombres de Claudio tardaban nueve minutos en pisar el área contraria con un endeble disparo de Güiza a las manos de Mateo. La Balona, mucho más entonada, daba mejor sensación que un Cádiz que no existía sin el balón aunque cambiaba de cara cuando lograba tenerlo. Con media hora por delante, Claudio movía el banquillo que con un movimiento extraño. Quitaba a Güiza, el mejor de los amarillos, y daba entrada a Carlos Calvo. El madrileño se ubicaba de extremo derecho, Lolo Plá pasaba a la punta y Álvaro García se movía en tres cuartos, con Jandro escorado a la izquierda.

 

El encuentro carecía de la intensidad de la primera parte pero si alguno empujaba en pos del triunfo era la Balona porque el Cádiz había desaparecido, como una semana atrás en Sevilla. En el minuto 67, en pleno hundimiento cadista, el árbitro se comía un penalti en el área visitante por un claro agarrón de Migue a Stoichkov y justo en la jugada siguiente, Álvaro García firmaba el único tiro a puerta con algo de peligro en la segunda parte con un zurdazo que Mateo desviaba a córner. Los de Claudio dieron por acabado el partido en ataque con esa acción porque ya no llegaron más a puerta.

 

Con el Cádiz borrado del encuentro, dedicado a cualquier actividad menos el fútbol, la Balona aprovechaba para darle la vuelta a la tortilla. En el 71, Juampe rubricaba su gran partido con un golazo que premiaba una gran jugada de colectiva. Stoichkov se marchaba con calidad de variso rivales y servía por la izquierda a Javi Gallardo, que entraba como Pedro por su casa, centraba y tarifeño empalaba con la derecha, su pierna menos buena, para establecer el 2-1 que ya sería definitivo.

 

La reacción de Claudio fue dejar una defensa de tres al quitar a un desacertado Pavez y sacar a Despotovic como recurso a la desesperada y a Mantecón por David Sánchez. De nada sirvieron los cambios. Todo lo contrario, fue un puro desorden. El Cádiz no mostró la más mínima capacidad de reacción y en todo caso los locales fueron los que dispusieron de alguna ocasión para el 3-1.

 

Mateo

Manu Palancar

Olmo

Carlos Guerra

Javi Gallardo

Ismael Chico

Ximo Forner

Gabriel 33'

Juampe

José Ramón

León 69'

Zamorano

Stoichkov

Buitrago 78' s.c.

Alberto C.

Juanjo

Servando

Migue

Pavez

Despotovic 74' s.c.

David Sánchez

Mantecón 80' s.c.

Nana

Lolo Plá

Álvaro García

Jandro

Güiza

Carlos Calvo 61'

Árbitro: Gadella Kamstra (tinerfeño). 

 

Tarjetas: Amarillas Amonestó a los visitantes David Sánchez (72'), Servando (90') y Migue (92').

 

Goles0-1 (32') Güiza El delantero recoge el balón dentro del área y bate a Mateo con un disparo cruzado por bajo. 1-1 (35') Stoichkov Centro de José Ramón, el esférico se pasea por el área pequeña y el ariete remata en el segundo palo sin oposición. 2-1 (71') Juampe Jugada de tiralínea de la Balona que culmina el tarifeño con una vola con la bota derecha.

 

Incidencias: Encuentro correspondiente a la 32ª jornada del campeonato nacional del grupo IV de Segunda División B, disputado en el Municipal de La Línea en presencia de unos 3.500 espectadores, entre ellos unos 800 aficionados cadistas.

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