Ha habido que esperar más de tres meses de competición para por fin poder ver en el Cuvillo un buen encuentro del Portuense. La escuadra racinguista forzó al final un empate frente a todo un Granada, que se adelantó en el marcador y que dio por bueno el punto, como reconocería su entrenador en la rueda de prensa posterior al encuentro.

Carlos Orúe sorprendió a propios y extraños con el equipo inicial. Sanlúcar comparecía como titular y Masegosa se quedaba en el banquillo. La apuesta era clara, primando el juego directo frente al creativo. Y las cosas no pudieron comenzar peor, ya que a los doce minutos Suárez aprovechó la pasividad defensiva local para, en el primer palo, cabecear a las mallas el córner botado por Pinto.

El gol fue un jarro de agua fría para los racinguistas, pero lejos de bajar la guardia se lanzaron al ataque y supieron controlar a un Granada que cedió terreno guardando como oro en paño el preciado botín. A base de corazón y ganas el Racing equilibró la contienda y conforme fueron pasando los minutos sus llegadas llevaron el peligro al portal rival.

Giovanni (24') y Sanlúcar (29') a punto estuvieron de igualar la contienda; mientras que por parte granadina Vicente y Zúñiga también pudieron sentenciar definitivamente para los suyos.

En la reanudación fue el Portuense el que salió con las ideas muy claras. Giovanni dejó su puesto a Paulino y a las primeras de cambio Zurdo, muy buen encuentro el suyo, avisó con una falta que salvó Campo enviando a córner. Dos minutos después, en pleco acoso local, el propio Zurdo botó el cuarto saque de esquina consecutivo y Chico, de certero testarazo, colocó la igualada en el marcador.

Tras el gol, el dominio racinguista fue muy claro con ocasiones para Zurdo, Sanlúcar y Jonathan Torres; pero curiosamente fue Zúñiga, en una contra, quien, solo ante Eneko, falló el tanto que ya se cantaba en las gradas. Un minuto después, Suárez dejó su puesto a Masegosa y éste instantes más tarde sirvió el balón que permitió a Jonathan Torres batir a Félix Campo y llevar la alegría a las gradas del Cuvillo.

El Portuense, super enchufado al encuentro, había logrado la remontada y desarbolaba a un Granada incapaz de parar el vendaval rojiblanco. Los visitantes, en su ímpetu por igualar, se fueron arriba de cualquier manera y a la contra el Portuense estuvo a punto de sentenciar. Sin duda la ocasión más clara llegó en una contra de Sergio Torres, sustituto de Zurdo, que cedió a Manolo Sanlúcar cuyo remate salió algo desviado.

El Granada se salvó, cogió aire y ahora sí se fue descaradamente por la igualada y ahí surgió la figura de Eneko que salvó in extremis los remates a bocajarro de Xuxo Ruano (84') y Pintado (85'), pero nada pudo hacer un minuto después ante el remate de Carlos Ruíz que significó el tanto de la igualada definitiva, que se pudo deshacer en el descuento en un remate de Pinto salvado milagrosamente por el meta racinguista.

Al final, empate que a los locales debe saber a victoria, sobre todo porque enfrente había un rival que en absoluto se lo puso fácil.