La actuación de Ryan Lochte en el Mundial de Shanghai ha renovado el interés por el duelo olímpico con el hasta ahora indiscutible rey de la natación, su compatriota Michael Phelps.

Lochte fue el número uno en los campeonatos chinos. El extrovertido nadador de 26 años, de Florida, escuchó cinco veces el himno de Estados Unidos. Phelps tuvo que conformarse en Shanghai con cuatro victorias.

Pero para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Phelps anunció que no será el mismo que en Shanghai. Su plan es imitar lo que Lochte aplicó antes de Shanghai. "Muchas horas de duro trabajo que dan su fruto".

En Pekín 2008, Phelps inscribió su nombre en la historia olímpica con ocho medallas de oro, batiendo el récord de su compatriota Mark Spitz.

Lochte tuvo la mala suerte de coincidir en el tiempo con un excepcional nadador como Phelps, un año menor que él.

Ahora han cambiado las tornas, pero Lochte sabe por propia experiencia que en Estados Unidos sólo cuentan las victorias olímpicas. Cuantas más mejor. "Querría ser el mejor nadador del mundo. Todavía no lo soy. Aún debo llegar allí", advirtió.

Lochte brinda siempre el mejor espectáculo. Pero el hombre de las zapatillas llamativas y los dientes con diamantes no ofrece sólo extravagancias, sino también excelentes actuaciones en el agua.

En Shanghai, donde en 2006 comenzó a brillar su estrella en los campeonatos mundiales en piscina corta, Lochte se hizo con el primer récord mundial desde la prohibición de los bañadores de alta tecnología.

"Me ha mostrado lo que tengo que hacer. Ahora pienso sólo en Londres, que es lo que cuenta", advirtió Phelps. Ese será el auténtico escenario del renovado duelo Lochte-Phelps.

Lochte, gran triunfador de los campeonatos, se llevó ayer la victoria en los 400 metros estilos con clara ventaja sobre sus rivales. Con su quinto título, Lochte se aseguró ser el nadador más exitoso de la piscina en el torneo chino.

El norteamericano, que igualó el número de oros logrado por su compatriota Michael Phelps en el Mundial de Roma, sumó también un bronce en el relevo 4x100 estilo libre, aunque no nadó la final.

"Ahora mismo estoy muy alegre, incluso aunque estoy muerto de cansancio. Esto ha sido largo", admitió Lochte. "Uno sale cada día y compite con los mejores del mundo. Y uno lo hace ocho días. Tienes que cansarte. Estoy exhausto".

Phelps, por su parte, pudo participar en su último Mundial. "Es fuerte pensar que el 4x100 estilos de hoy ha sido la última prueba de mi carrera en unos Mundiales...", puso en twitter. El duelo en Londres entre los americanos está servido.