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"Me duele decirlo, pero es difícil llevar el timón de este equipo"

  • El máximo dirigente azulino sigue muy preocupado por la economía y asegura que "si no salen adelante los proyectos inmediatos, la situación será ya inviable"

Manuel Acosta Sánchez Lito (San Fernando, 28 de noviembre de 1968) cumple 160 días de mandato y está viviendo, a sus recién cumplidos 40 años, quizás la mayor encrucijada que ha padecido el San Fernando en su historia. El futuro del equipo isleño está en el aire porque se vive una precaria situación económica, ocasionada por la gestión realizada por los antiguos rectores del club, llámense Ángel Serrano y Delfín Cañas. La actual directiva, con el empresario hostelero a la cabeza, tiene la difícil misión de salvar al equipo de la quema.

-Manolo, ¿cómo está la situación en la actualidad?

-Pues mal y eso no se le escapa a nadie. El San Fernando es un enfermo y, poco a poco, desangrándose. Creo que salir del estado en el que se encuentra es muy complicado.

-Explíquese.

-Todo está planificado para poder subsistir en Segunda B, pero continuamente salen cosas que frenan las posibilidades de seguir para adelante y eso desespera a cualquiera.

-Cosas como... ¿qué?

-Pues continuos embargos o pagos que se aseguraban realizados y que no están hechos. Ello lleva a parar los ingresos extras, de subvenciones, tanto de la Federación, como del Ayuntamiento. Como muestra un botón, ahora debíamos percibir la subvención municipal y un embargo de Moisés Carrera, un jugador al que se les rescindió el contrato de una manera especial y que habría que analizar detenidamente, nos impide ese cobro. El perjudicado, el actual plantel.

-¿Está dolido con los anteriores rectores del club?

-Lógicamente, pero mucho más con las formas en las que se han hecho las cosas. Es bien cierto que yo era presidente cuando han ocurrido las cosas, pero también tengo que dejar claro que era de una manera institucional, que no dirigía los designios del club, principalmente porque el dinero llegaba de Madrid, a través de Delfín Cañas, que a su vez indicaba que su hombre de confianza era Ángel Serrano.

-Entonces...

-Me ha dolido el hecho de que si no iban a continuar, sobre todo Ángel, ¿por qué ha realizado los contratos de tan alta cantidad a los jugadores? Mucho más a sabiendas que el equipo no iba a poder afrontar esos pagos. Eso es lo que más me ha dolido. Tras el ascenso, si pensaban no seguir, tendrían que haberse marchado y hubiésemos hecho un equipo conforme a los ingresos que recibimos, no por encima del mismo.

-¿Ha obligado esto a tomar difíciles decisiones?

-La primera tuvo que ser el rebajar las fichas de los jugadores, pero aún así tenemos numerosos problemas. Ya no hay nadie cobrando dentro del club y todos trabajamos de manera altruista, no tenemos oficialmente director deportivo y nuestra política es de total austeridad.

-¿Habrá dinero para terminar la temporada?

-A duras penas se podría finalizar, sobre todo si salen adelante proyectos que tenemos de forma inmediata, pero, ¿qué ocurre con lo que se debe del año pasado? La promesa de pago no se terminó de cumplir y las denuncias están puestas e irán contra el club. Entonces los problemas serán determinantes porque los 375.000 euros será difíciles de cubrir.

-¿Se sienten solos?

-Lo cierto es que estamos recibiendo ayudas, sobre todo moral, de muchos aficionados y del Ayuntamiento, que nos ayudan en todo lo que pueden y siempre están a nuestra disposición. Necesitamos estamentos o empresas que nos den un impulso.

-¿Arrojarán la toalla?

-Es complicado, pero lo cierto es que si no vemos soluciones no tendremos más remedio. Estamos trabajando contracorriente y nos hace falta alguna que otra solución. Lo cierto es que el túnel está bastante oscuro y la luz que se ve al final es muy tenue.

-¿Le ha dado más disgustos que alegrías el San Fernando?

-Puesto en una balanza, sí. Ni siquiera contabilizando el ascenso, porque cuando se consiguió éste, yo no tenía actuación como presidente y no me sentí como tal. Me sentí como alguien que colaboraba estrechamente con su equipo de una manera importante, pero no como dirigente porque éste lo era quien ponía el dinero y llegaba, como todos saben, de fuera.

¿Qué le pide al nuevo año?

-Bueno, en un principio, y aunque sea una quimera, salud. Luego que se vayan solucionando los problemas poco a poco y podamos comenzar a respirar, por ganas e ilusión no va a quedar porque llevar el timón de este barco es muy complicado. El deseo es que entre todos podamos salir a flote y disfrutar tiempos mejores con nuestro equipo.

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