El Virgili Fuentemar no pudo ganar al colista Bargas, que vino mermado por las bajas pero acabó llevándose los tres puntos haciendo un partido muy serio. La dinámica continúa y hasta sin cometer tantos errores, ni la suerte parece estar ya del lado gaditano.

Como en duelos anteriores, el inicio invitaba a soñar con una victoria pues las ocasiones llegaban con claridad a la meta toledana, pero el balón no quiso entrar y en la primera visitante sin aparente peligro, un disparo da en un defensor y se cuela. Y sin tiempo para reaccionar, en un córner, el conjunto visitante marca el 0-2.

La posesión del balón correspondía al Virgili Fuentemar y así recortó distancias Rugama, pero los contragolpes y los balones al pívot Ono vuelven a suponer un doble golpe antes del descanso al que respondieron los de Juan Carlos Gálvez con el increíble 2-4.

En la segunda mitad no cambió la tónica. Dominio local, remates que no entra y puntilla del Bargas. La diferencia se dispara hasta el 2-5, aunque las ganas de los amarillos les permiten colocarse en un minuto a sólo un gol.

Con 4-5 se produjo la jugada decisiva del encuentro, cuando a la salida de un contraataque Ale del Amor recibe una falta que no es señalada y la contra provoca la expulsión de Varela tras darle el balón en la mano. Los visitantes, en superioridad, no desaprovecharon la ocasión y en un mal lanzamiento desviado por un jugador toledano anotaron el 4-6.

Restaban cinco minutos y, ya con portero jugador, Jesulito recortó distancias y devolvió la esperanza. Sin embargo, hasta el pitido final el acoso del Virgili Fuentemar, con tres oportunidades clarísimas, no sirvió para nada.

Al final, impotencia de un equipo gaditano que sigue hundido y que necesita sacar un resultado positivo lo antes posible para elevar la moral de unos jugadores que, sin completar un gran partido, merecieron mejor suerte.