Más difícil todavía. A diez jornadas del final, en puestos de descenso a Primera Andaluza y ahogado por una horrible racha de quince jornadas sin ganar y ocho derrotas consecutivas, el Xerez recibe en La Granja a un Cabecense que está apretando el acelerador en su carrera por acabar entre los cuatro primeros y meterse en los play-off de ascenso.

Rival complicado para un anfitrión no menos complicado, porque una semana más Paco Higuera tiene un rompecabezas por delante, un equipo cogido con alfileres hasta el punto de que hoy mismo sabrá los futbolistas con los que cuenta y podría tener que completar la lista con más juveniles.

Y con lo que sea, juguen los que jueguen, la exigencia para el Xerez es máxima, tanto por lo que va a tener enfrente -un equipo que viene a por los tres puntos- como por la necesidad de sumar después de dos meses sin hacerlo, en números más rojos que los de Energy y Ricardo García.

Precisamente el paso al lado del presidente es uno de los alicientes del partido: no porque no aparezca por La Granja, donde no se deja ver desde la tarde de los incidentes -que poco a poco siguen su curso en el Juzgado-, sino porque ha prometido quitarse de enmedio para que sea la Gestora, a través de su colaboración, la que ayude al equipo a acabar dignamente la temporada.