El derbi, el último derbi de la temporada, tendrá tintes de futuro. El encuentro que esta tarde, a partir de las cinco, disputarán Balona y San Fernando puede dirimir de manera importante el futuro más inmediato de ambos equipos esta temporada. Pero mucho más son tres puntos vitales para los de La Línea que para los azulinos, ya que los del Campo de Gibraltar podrían haber dicho definitivamente adiós a sus opciones de jugar los play-offs de acenso en el caso de caer derrotados.

Por su parte, los isleños, a pesar de haber logrado solamente un punto de los últimos nueve disputados, han ofrecido una más que grata imagen en los tres últimos encuentros y esperan refrendar su juego con una nueva victoria que los mantenga en los puestos de privilegio de la tabla clasificatoria. Por eso, el partido de este domingo es un encuentro, un derbi, un choque de máxima rivalidad, que puede determinar el futuro de ambos equipos, o al menos las aspiraciones de final de temporada.

En el cuadro de La Isla, José Pérez Herrera, por segunda semana consecutiva, podrá contar con la totalidad de sus jugadores, por lo que las dudas estarán en que el técnico jerezano cuenta con muchas opciones de dar entrada a los jugadores que le han respondido a las mil maravillas cuando ha habido bajas importantes y que han tomado protagonismo en el transcurso de la temporada, como puede ser el caso de Manu Ramírez o Jacobo.

Lo que sí parece claro es que el técnico del equipo azulino no tocará mucho el equipo base que ha venido mostrando durante la temporada y que su columna vertebral seguirá siendo la misma.

La semana ha tenido un trabajo extra de recuperación para el cuadro técnico azulino, que ha tenido que concienciar a los componentes del plantel de que en la línea que se está ofreciendo, los resultados llegarán y, sin duda alguna, el derbi puede ser una gran piedra de toque para un equipo que mereció, de manera holgada la victoria en los últimos partidos, principalmente en el que disputó en Huelva ante el Recre y el pasado domingo en Bahía Sur ante el Talavera.

De todas maneras, lo que sí está claro es que ambos conjuntos afrontarán el derbi con los deberes de la permanencia en el bolsillo por lo que la misión de Balona y San Fernando, en estos momentos, no es otra que la de disfrutar de lo que resta de competición liguera y, si suena la flauta, pues mejor que mejor.

El ambiente, siempre si la meteorología lo permite, será de partido grande, de ambiente de lujo en las gradas del Municipal de La Línea y con los tintes de un encuentro de los que hacen afición, de los que gusta jugar y de los que dejan, sin duda alguna, un grato sabor de boca tanto a los aficionados como a los protagonistas del duelo.

Por su parte, la Balona apenas han conquistado seis de 21 posibles ante su parroquia en el presente año y eso se está viendo reflejado en una grada de la que poco a poco el hincha ha ido desertando. Por si fuera poco no se presume una tarde muy apacible.

Después de una semana más tranquila de lo habitual, Jordi Roger se verá obligado hoy a hacer un descarte, ya que, una vez recuperado Pirulo tras cumplir su sanción, cuenta con 20 futbolistas, entre los que se encuentran los tres porteros. La única baja confirmada es la de Baron Kibamba, que continúa con su rehabilitación. Entre los 17 jugadores de campo disponibles, el ariete Buba Bakari, que llegó en el mercado de invierno procedente precisamente del San Fernando.

Todo está servido para que el Municipal de La Línea acoja el que será el último partido entre equipos de la provincia de Cádiz en esta temporada, un derbi que tiene la base de ver las opciones con las que uno y otro equipo afrontarán los seis partidos que restarán hasta final de temporada.