La cuenta atrás que se antoja definitiva comienza para el Xerez en El Molinón. Los azulinos llevan ya tres entrenadores esta temporada, siguen en los puestos de descenso y están obligados a remontar el vuelo si no quieren verse abocados a un descenso en el que los más pesimistas llevan ya muchos meses pensando. Un triunfo no sacaría esta vez a los xerecistas de la zona de descenso pero sí les permitiría tomar aire y no perder de vista a los conjuntos que tiene por encima, Albacete, Nástic y Racing de Ferrol.
Esteban Vigo se hizo cargo del equipo el pasado martes y milagros no puede hacer en pocos días pero al menos sí está intentando motivar a su plantilla para iniciar la remontada y para que comience a cambiar un chip que Casuco no supo reactivar. Para el encuentro de esta tarde, Vigo se guarda sus cartas y no ha soltado prenda sobre la alineación que piensa sacar. Los xerecistas entrenaron ayer por la tarde en Mareo, en una sesión de trabajo que siguieron muy atentos los ex xerecistas Gerard y Mikel Etxabe, que se encuentra lesionado y se desplazó hasta Gijón para saludar a sus ex porque no va a jugar con el Éibar, pero que no sirvió para dar pistas.
De hecho, el malagueño sólo ha adelantado que Porato seguirá en la portería y que Mendoza jugará en el lateral derecho.
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