El Real Madrid buscará hoy (20:45/Teledeporte), en la octava jornada de la fase de grupos de la Euroliga, el liderato ante el poderoso Maccabi Tel-Aviv, en lo que debería ser una nueva etapa, en la que tendrá que aprender a vivir sin sus dos NBA, Rudy Fernández y Serge Ibaka, que se marchan dejando al equipo colíder en Europa y en la Liga Endesa, aunque el primero todavía podría aportar ante los de David Blatt.

Ambos se despidieron el pasado domingo de la parroquia blanca con una victoria ante el Valencia Basket que les mantiene en la estela del Barcelona Regal y regresan a Estados Unidos habiendo dejado al equipo ya clasificado para el Top-16 de la Euroliga.

Los tapones brutales de Air Congo y las canastas inverosímiles de Rudy Fernández se echarán de menos en la Euroliga, y, sobre todo, en el Real Madrid, que pierde potencial y músculo en la pintura y a un jugador como el mallorquín que se ha convertido en el líder en apenas tres meses. Sin embargo, éste, aún en España por problemas con el visado, podría estar todavía frente al subcampeón europeo si no se firma de forma oficial el acuerdo laboral entre la NBA y el sindicato.

De todos modos, esté o no el de Dallas Mavericks, otros jugadores deberán empezar a asumir más responsabilidades y Pablo Laso deberá hacer una importante labor, sobre todo psicológica para convencer a los suyos de que son capaces de mantener la gran línea que han mostrado hasta ahora.

La primera prueba no podría ser mejor, un duelo ante el poderoso Maccabi de Tel Aviv, que perdió el liderato en solitario del grupo con su derrota de la semana pasada ante el Partizán. Así aunque ambos equipos tienen un balance de 5-2, sólo el Real Madrid está matemáticamente clasificado tras haber ganado los cuatro partidos a Belgacom Spirou y EA7 Emporio Armani.

Así, el Maccabi precisa una victoria o que el Efes derrote al Milán, por lo que el partido es un buen test inicial, ya que cuenta con un rival de entidad, en una Caja Mágica que volverá respaldar a los suyos, pero sin la presión de tener el pase en juego, aunque sí la posibilidad de reforzar la primera plaza.

Para ello, el conjunto blanco deberá aprender de la derrota sufrida en Tel-Aviv, donde no pudo frenar a un Jordan Farmar que ya no está por el mismo caso que Ibaka y Rudy Fernández ni el poderío ofensivo de los de David Blatt.