Cuando Casillas levantaba el trofeo de campeones del mundo el 11 de julio en el Soccer City de Johannesburgo, algunos de los principales protagonistas de esa final ni imaginaban las complicaciones que tendrían que superar en el inicio de la temporada 2010/11.

Nadie apostaba por que Villa se encontraría con las dificultades para hacer gol que está teniendo en Barcelona, como tampoco nadie podía imaginar que Xavi tuviera que dosificarse a lo largo de toda una temporada en la que ya ha asumido que deberá jugarla con dolores. También era inimaginable que un hombre de goma como Jesús Navas tuviera que pasar por el quirófano tras un inicio de campaña más que discreto, o que a Pedro le costase asumir más galones en el Camp Nou.

Personalizando en David Villa, con su llegada el Barcelona apostaba por la regularidad de un goleador contrastado y adaptado a la Liga en detrimento del guadianesco Ibrahimovic. Sin embargo, al asturiano le ha costado subir el escalón que supuso dejar Valencia para recalar en Barcelona, algo extraño ya que su carrera ha sido una progresión constante desde que salió del Sporting rumbo a Zaragoza y posteriormente a Valencia. Sus dos goles al Sevilla el sábado maquillan sus números de 4 goles en 8 partidos de Liga, mientras que en Liga de Campeones ha anotado dos tantos en tres partidos.

El año en el que todo apunta a que Xavi se hará con el Balón de Oro, es el año también en el que mayores esfuerzos tendrá que realizar para aguantar toda la temporada. Los tendones del de Tarrasa amenazan con romperse tras tres años en las que las vacaciones del medio centro culé han sido mínimas. Tres veranos en los que ha disputado Eurocopa, Copa Confederaciones y Mundial, y en los que se reincorporó a la disciplina blaugrana con menos de un mes de descanso. "Asumimos que tendremos que ir preguntándole cómo se encuentra durante toda la temporada", fueron las declaraciones de Guardiola tras el partido del pasado sábado en el que Xavi volvió al once titular.

Otros campeones del mundo también están sufriendo la dureza del Mundial. Pedro parece haber perdido el olfato goleador que le hizo estar presente en Johannesburgo y Jesús Navas deberá operarse para solucionar sus problemas en el tobillo.

Las estrellas del bando contrario, Robben y Sneijder tampoco se libran de la maldición de la final. El jugador del Bayern de Múnich aún no ha debutado esta campaña tras la terapia intensiva a la que fue sometido para estar disponible en el partido de la final ante España. Wesley Sneijder por su parte vio premiado el nivel mostrado la pasada campaña con la renovación por el Inter hasta 2015, aunque en 8 partidos de los 9 que lleva el Calcio aún no ha marcado, cosa que sí ha hecho en la Liga de Campeones, donde lleva dos tantos.

Bajando el escalón al partido del tercer y cuarto puesto, el designado por la FIFA como mejor jugador del Mundial es probablemente el jugador que menos está respondiendo a las expectativas. Con sólo dos goles en Liga, y con problemas en el vestuario, Forlán es el reflejo de como un Mundial espectacular puede tener consecuencias negativas, al menos, en los primeros tres meses de competición. Toca ver cuál es la evolución de estas estrellas, pero sólo los que tienen el duro pueden cambiarlo, y no cabe duda de que ellos lo tienen.