Deportes

La calculadora de Peguero

  • El Cádiz necesita evitar gastos con las salidas y no pagar más de lo estipulado por los nuevos · Falcón y ahora Carlos, del Linares, son ejemplos de negociaciones complejas a cargo del director deportivo

El Cádiz, como buen club modesto, está obligado a mirar por el dinero, pero todavía más si al final va a militar en Segunda B. Ese mensaje lo tiene asumido Julio Peguero desde que aterrizó en el estadio Carranza. Y si en algún momento se le olvida, ahí está Antonio Muñoz, en su papel de presidente, para recordárselo. Peguero, que es el director deportivo desde este verano, está sufriendo en sus carnes bregar con un proyecto sin equilibrio en lo deportivo y en lo económico desde hace dos temporadas. Sueldos altos, pago de algún traspaso impensable estando el Cádiz de por medio y despedidas llevándose el bolsillo lleno son cuestiones insostenibles en la sede de la Plaza de Madrid. Nivelar la balanza en deportivo y lo económico lleva su tiempo.

El último ejemplo se acaba de producir. La marcha de Parri se ha extendido en el tiempo más de lo deseado e incluso de lo normal. Ha sido así porque había que evitar que rescindiera llevándose lo firmado o que se quedara para cobrar lo firmado. Imposible en Segunda B. La cesión al Levante es lo mejor porque, además, al club no le supone desembolsar nada. Se va un jugador que no se podía quedar, al menos este temporada, y queda dinero para destinarlo en otros futbolistas.

Pero la labor de Julio Peguero no sólo lleva una dimensión incalculable en cuanto a complejidad con las salidas, ya que cualquier fichaje queda abortado cuando don dinero llama a la puerta. Al director deportivo le está ocurriendo especialmente con una demarcación: la de centrocampista organizador.

En la lista se encuentran tres nombres, David Cubillo, Miguel Falcón y ahora se le ha unido Carlos Caballero. Cubillo no entra en los planes del Rayo Vallecano, pero tiene contrato en vigor y sus pretensiones son importantes tratándose de Segunda B.

Falcón, que gusta en el Cádiz, se desvinculó del Granada 74 y antepone su deseo por seguir jugando en Segunda A. Si debe bajar a la categoría de bronce, el mejor postor manda. Según la prensa murciana el Cartagena está dispuesto a ofrecerle unos 300.000 euros por temporada. El problema está servido para Peguero si el Cádiz no puede llegar a esa cantidad.

Carlos (23 años), que la última campaña ha estado en el Linares, también se encuentra en la agenda del director deportivo pero su pase al Cádiz depende de que el Linares le dé la carta de libertad por cero euros. Es decir, el jugador tiene contrato en vigor y necesita convencer al club jienense para que le deje marchar gratis a un rival directo dentro del grupo IV.

La prensa linarense reconocía ayer que puede existir una promesa de los dirigentes de la entidad, que está a punto de cambiar de dueño, para dejarle libre, aunque en lo que va de verano ese paso no se ha producido. De hecho, equipos de Segunda A, entre ellos el Rayo Vallecano, el Hércules y el Elche, ya han intentado ficharle, no llegando a buen puerto las negociaciones posiblemente por las condiciones económicas expuestas por el club azulón.

Mientras tanto Peguero mira a otra parte estudiando las otras alternativas para hacer de cerebro vestido de amarillo, ya que, hasta ayer, lo de Falcón y Carlos no era fácil. Tanto es así, que el director deportivo se mostró ayer cauteloso y desconfiado con la posibilidad de que finalmente se firme al jugador del Linares: "Lo veo complicado porque pertenece a otro club. Hasta que no esté libre... Tiene contrato en vigor y quiero ser muy respetuoso con todos los clubes". Tras asegurar que Falcón y Carlos "son dos jugadores interesantes", añadió que no son los únicos nombres que manejan para ese puesto.

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