Baloncesto l Campeonato del Mundo femenino

Un bronce que sabe como un oro

  • La selección española logra el tercer puesto, el mejor resultado de su historia, tras vencer a Bielorrusia

Palau 2

Torrens 19

Valdemoro 16

Sancho Lyttle 22

Montañana 12

Nicholls 0

Fernández 4

Lima 2

Martínez 12

Verameyenka 20

Leuchanka 14

Marchanka 5

Trafimava 8

Dureika 3

Tarasava 0

Likhterovich 2

Anufryenka 9

Troina 0

Kress 7

Árbitros: Chiari (italiano), Grinter (estadounidense) y Dolinek (checo). Incidencias: Partido por el tercer y cuarto puesto del Mundial disputado en el KV Arena de Karlovy Vary.

La selección española de baloncesto femenino rubricó su histórica participación en el Mundial de la República Checa, en el que firmó el mejor resultado de su historia y redondeó con la medalla de bronce, al derrotar a Bielorrusia por 77-68.

Todo un hito para el baloncesto femenino español, que hasta el momento tenía como tope el quinto puesto en Alemania 1998 y China 2002, sin contar un oro, una plata y cuatro bronces en el campeonato de Europa.

El conjunto de José Ignacio Hernández llegó con un reto de primera magnitud, el de subirse al podio, y lo consiguió con brillantez y absoluto merecimiento, tras haber sido superado en semifinales por el intocable equipo de Estados Unidos, que le apartó una gloria si cabe mayor.

No obstante, este bronce le sabe a oro a la selección española, que volvió a funcionar como bloque ante una Bielorrusia a la que dominó la mayoría del partido, aunque nunca se rindió pese a tener desventajas claras en varias fases de la contienda.

Prueba de que España volvió a ser un equipo es cómo se repartió el protagonismo. Sancho Lyttle, ausente en la semifinal por una lumbalgia, reapareció de forma estelar al lograr 22 puntos y capturar once rebotes, pero es que Torrens anotó 19 puntos -17 en la primera parte- Valdemoro 16 y Montañana 12.

El inicio del partido fue clave. España entró muy entonada a la pista y desarboló a un equipo serio y siempre peligroso como Bielorrusia. El 28-15 al final del primer cuarto era ejemplo palpable del dominio español.

Bielorrusia, no obstante, siguió metida el partido e impidió la sentencia prematura. La labor de Leuchanka y Verameyenka propició, junto a la segunda falta de Sancho Lyttle que el marcador se acortara hasta el 41-34 con el que se llegó al descanso pese a la espectacular actuación de Torrens.

Bielorrusia forzó más la máquina al inicio del segundo periodo. Coincidió con un bajón en el nivel de intensidad de España y las pupilas de Anatoly Buyalski se situaron con un emocionante 46-45 a los 24 minutos.

Pero la reacción de las bielorrusas no encontró el fin. Nunca se pusieron por delante en el marcador y una zona 2-3 y los triples de Montañana y Valdemoro de nuevo dispararon a España (58-48), que encaró el último parcial con nueve puntos de ventaja (62-53).

Un parcial de 5-0, tras un nuevo triple de Valdemoro, incrementaron la ventaja de España (67-53), que se esmeró en defensa para evitar que Bielorrusia soñara con el partido, porque el 71-65, a casi tres minutos y medio para el final, fue su mayor acercamiento.

El equipo de Hernández respondió con dos canastas de Lyttle y Montañana que sentenciaron el partido (75-65) y el histórico bronce para la selección española por 77-68.

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