Finalizó el año de la mejor manera posible para el Cádiz. El conjunto amarillo logró un convincente triunfo en Tarragona y sigue con opciones de, al menos, estar en la pelea por el ascenso en la segunda vuelta del campeonato. Ahora llega el momento de la reflexión y de la celebración. No hace mucho que el conjunto gaditano se encontraba en puesto de descenso y a base de apretar los dientes, el rumbo ha cambiado y ahora se ve el horizonte con más tranquilidad. El presidente, Antonio Muñoz, el entrenador, Antonio Calderón, y el capitán, Andrés Fleurquin, han analizado para Diario de Cádiz el presente y el futuro del equipo y brindan por un 2008 lleno de éxitos.

El máximo dirigente del club gaditano celebra la forma como ha terminado el equipo el año y lamenta que "no haya estado así durante todo el 2007". Ahora ver al equipo cerca de la tercera plaza le llena de satisfacción, pero afirma que nunca se sintió preocupado por estar entre los cuatro últimos: "Yo siempre he confiado mucho en la plantilla. El año pasado quedamos quintos y este año han llegado buenos refuerzos, aunque sabemos que la plantilla está descompensada porque hay dos posiciones en las que necesitamos más efectivos. Está claro que es una de las mejores plantillas de Segunda y nunca estuve preocupado porque sabía que los resultados llegarían con el trabajo de todos".

Admite que el triunfo contra el Xerez fue el punto de inflexión que necesitaba el equipo, pero niega que ahí se garantizara su continuidad Calderón: "Ganar aquel partido fue muy importante porque nos dio tranquilidad, pero nosotros siempre confiamos en Antonio. Queríamos haber zanjado su futuro antes, pero acabábamos de llegar y no tuvimos tiempo, pero con el paso de las jornadas se ha visto que ha sido un acierto apostar por él".

Entiende el empresario que hay que dejar soñar a la afición con el ascenso, pero tiene claro que, en este momento, sólo está a tiro la tercera plaza: "Yo me alegro mucho de que la afición se haya vuelto a ilusionar porque el equipo le está dando motivos para ello. Pero hay que reconocer que los dos primeros tienen una ventaja amplia sobre la mayoría y que ahora mismo sólo podemos aspirar a la tercera plaza. Ojalá sigamos con esta racha y recortemos diferencias dentro de poco". Sobre la marcha de Lucas Lobos subraya que "sería una falta de respeto hacia la plantilla decir que sin él ya no podemos aspirar a nada. Le echaremos de menos, pero hay calidad para estar arriba".

En la misma línea de prudencia se manifiesta Calderón, que comenta que "estamos muy orgullosos por cómo nos están saliendo las cosas, pero no es algo que me sorprenda porque ya dije que si el equipo quería trabajar, los resultados terminarían llegando y así está sucediendo. Todavía no hemos hecho nada, pero vamos por el buen camino".

El técnico gaditano cree que los profesionales no pueden caer en la euforia que se puede haber instalado entre los seguidores cadistas más sensibles: "Hay que estar contentos por los resultados que estamos cosechando, pero no podemos perder la mesura. Ha sido la humildad lo que nos ha permitido darle la vuelta a nuestra situación y no podemos cambiar".

Sobre la posibilidad de que lleguen refuerzos en el mercado de invierno, el técnico entiende que no se buscan salvadores, sino complementos a lo que ya hay en la actualidad: "Ya se ha dicho que queremos a alguien para la banda y un delantero porque estamos cojos en esos puestos y se acaba de marchar Lucas. Con esta salida sólo tenemos dos fichas libres y hay poco margen de maniobra, pero se hará lo que creamos mejor para el equipo".

El capitán del equipo, Andrés Fleurquin, quiere dedicar el triunfo de Tarragona a Lucas Lobos "porque ha sido, por encima de todo, un gran compañero y lo llevaremos siempre en nuestro corazón". El uruguayo destaca que habrían sido muy pocos los que hubieran vaticinado un final de año tan brillante como ha firmado el equipo amarillo: "Si nos hubieran dicho hace varias jornadas que nos íbamos a ir de vacaciones a seis puntos del tercero, no nos lo habríamos creído. Ahora lo que debemos hacer es trabajar de la misma forma y no perder la humildad porque así podemos llegar lejos. Por el momento no sabemos dónde, pero es mejor pensar en cada partido y no caer en el error de marcarnos objetivos a largo plazo".

Para Fleurquin, el parón navideño no supone una mala noticia para el equipo porque "a pesar de que se podría pensar que nos puede parar el ritmo, la realidad es que nos viene bien descansar. Está siendo un año complicado por todas las cosas que han pasado y ahora que hemos tomado aire y estamos reaccionando, puede ser positivo parar un poco, cargar las pilas y darlo todo en lo que resta de campeonato".