Madrid entró en la recta final de la lucha por los Juegos de 2020 con la esperanza de que un evento de tal magnitud suponga un bálsamo ante la crisis y una reactivación de su economía. "España, a través de Madrid, y Madrid, por medio de España, han decidido que quieren los Juegos y han comprendido que los necesitan", dijo ayer el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, en la presentación del dossier de la candidatura. "Los Juegos quieren decir austeridad, no pobreza. Estamos preparados, mentalizados, somos fiables y ofrecemos garantías", añadió Blanco.

La ciudad española afronta la recta final de su nuevo sueño en medio de una profunda crisis socioeconómica y con la obligación de limpiar su imagen respecto a su política antidopaje. El dossier, presentado el lunes ante el COI en Lausana y ayer ante los medios españoles en el Palacio de Cibeles, reflejó una apuesta a la austeridad y a la capitalización de recursos ya existentes para organizar una "ciudad olímpica".

"Cada día tenemos que ser más respetuosos con cada euro que se gaste, sea público o privado", afirmó la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que apuntó: "Con esta austeridad que creemos que debe presidir en el futuro, vamos a aprovechar las instalaciones ya construidas".

Madrid ya tiene construidas 28 de las 35 sedes estipuladas para los Juegos: sólo falta edificar cuatro sedes permanentes y tres temporales. Tal es así que para la cita en 2020 se estima una inversión de 1.516 millones de euros, muy por debajo de los 2.500 millones de euros que se habían estipulado en la candidatura de 2016.