Fútbol l Segunda División A

El Xerez debe derrotar hoy al Éibar sí o sí

Así las cosas, el partido adquiere tintes casi dramáticos y se presenta con todas las características de un partido no a vida o muerte sino mucho más importante, porque hay una afición sufriendo detrás del Deportivo. Es una final para final de año, porque después de medirse al Éibar el Xerez se va de vacaciones y no volverá hasta 2008. Otro motivo más -si es que hiciera falta- para ganar motivación -si es que también hiciera falta-, despedir con un triunfo este 2007 que para el xerecismo ha sido poco menos que nefasto deportivamente hablando.

Y como el equipo no funciona -dos victorias, el que menos de la categoría, es un paupérrimo bagaje tras diecisiete jornadas- Casuco no se anda con zarandajas y sacude el equipo y mueve pieza: si lo de antes no funcionaba, se cambia. "No verás ningún equipo que no gane y que mantenga el mismo once", dijo ayer el entrenador del Xerez, una declaración de intenciones y un aviso: si los que salgan esta tarde no ganan, ya saben que pueden perder el sitio... aunque no faltará quién diga que el entrenador ya no sabe lo que hacer.

La revolución alcanza esta semana de lleno a Aarón Ñíguez, que de titular en Castalia pasa a la grada, y de refilón a Yordi, que pese a ser el máximo goleador de la categoría se quedará en el banquillo. La otra cara de la moneda es para Benjamín y Dani Zúñiga, que por fin van a tener la oportunidad de estrenarse como titulares y además en Chapín, y también llega la hora de Adrián Martín, que jugará entre líneas cerca de Míchel, otro que sobresale en la alineación no por su presencia -ya jugó en Castellón- sino por dejar a Yordi en el banquillo.

Enfrente estará un Éibar que sólo ha logrado un empate en sus cuatro últimos desplazamientos y que en su última salida cayó derrotado frente al colista Las Palmas ya en tiempo de descuento.

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