El técnico Vicente del Bosque había prometido renovación en la selección española de fútbol, pero la vieja guardia demostró con su victoria en el decisivo partido ante Eslovaquia que aún le queda cuerda. España derrotó el sábado con solvencia a Eslovaquia por 2-0 con la base del equipo que disputó sin éxito el Mundial de Brasil 2014. Y los goles estuvieron a cargo de dos clásicos del equipo: Jordi Alba y Andrés Iniesta, que suman 43 y 102 partidos con la camiseta nacional.

El encuentro en Oviedo había sido definido por Del Bosque como "clave" en la búsqueda de la clasificación directa a la Eurocopa y apostó para ello a sus jugadores de más experiencia. En el once escogido por el seleccionador español hubo ocho futbolistas que fueron titulares en su estreno en el Mundial ante Holanda, choque que España perdió con un lapidario 5-1. Casillas, Jordi Alba, Sergio Ramos, Piqué, Busquets, Iniesta, Silva y Diego Costa, victoriosos el sábado, jugaron aquel encuentro. Juanfran, Pedro y Cesc Fábregas fueron la excepción sobre el césped del estadio Carlos Tartiere. "Los jugadores que vienen es porque tienen un gran nivel, no por su pasado. No cambiamos si no creemos que tengamos que cambiar. Cuando hacemos una convocatoria, no estamos pensando quién sí y quién no estuvo en el Mundial", había explicado el viernes el técnico al hablar de los motivos de su confianza en el bloque que fracasó en la aventura mundialista de Brasil.

"En cualquier caso, no se puede decir que esta selección haya sido tímida incorporando jóvenes", añadió del Bosque. El resultado y el juego le dieron de momento la razón al entrenador, porque España mostró no sólo ganó, sino que mostró un buen nivel ante Eslovaquia. La victoria significó además una revancha de la derrota sufrida en Zilina, que había sembrado de dudas al conjunto de Del Bosque en el inicio de la eliminatoria hacia Francia 2016. Y aplacó el debate sobre la renovación del equipo que maravilló al planeta con su fútbol de toque y encadenó un título Mundial y dos Eurocopas.

"Haremos una renovación, no una revolución", había anunciado el técnico de España después de la derrota ante Chile que significó la eliminación del Mundial de Brasil. Es cierto que, desde aquella dolorosa derrota ante Chile, el seleccionador nacional ha hecho debutar con España a quince nuevos futbolistas: San José (Athletic), Carvajal (Real Madrid), Raúl García (entonces jugador del Atlético de Madrid, hoy en el Athletic), Paco Alcácer (Valencia), Munir (Barcelona), Bernat (Bayern Múnich), Rodrigo (Valencia), Morata (Juventus), Callejón (Nápoles), Nolito (Celta), Camacho (Málaga), Kiko Casilla (entonces guardameta del Espanyol, hoy arquero del Real Madrid), Juanmi ( ex jugador del Málaga, hoy en las filas del Southampton), Vitolo (Sevilla) y Aleix Vidal (entonces jugador del Sevilla, hoy futbolista del Barcelona). También ha convocado varias veces al portero sevillista Sergio Rico, que a la fecha no ha debutado con la selección española.

Sin embargo, la presencia de la mayoría de ellos en una convocatoria de la selección española fue meramente testimonial. Ninguno parece llamado a liderar a la nueva España que busca recuperar el fútbol de su glorioso pasado reciente. Tan es así que sólo cuatro de estos quince jugadores -Carvajal, Vitolo, Paco Alcácer y Bernat- formaron parte de la lista de 23 futbolistas de Del Bosque para afrontar el decisivo encuentro ante Eslovaquia. Y sólo Paco Alcácer disputó unos minutos. La victoria ante el combinado centroeuropeo con los de siempre pareció apagar por el momento el debate sobre la renovación de la selección española.