España reencontró su fútbol de seda y su magia para acabar, brillantemente, con Polonia y alimentó con una goleada su sueño de gloria en el Mundial de Suráfrica, que arrancará para La Roja dentro de siete días en Durban contra Suiza.

El equipo español parte mañana por la noche hacia Johannesburgo con un inmejorable sabor de boca. Será la última de las selecciones participantes en llegar, pero lo hará con el aval de haber firmado una magnífica actuación en la prueba final de Murcia. La peor noticia fue el problema físico que sufrió Iniesta cuando, pasada la media hora, se acercó a Óscar Luis Celada, médico de la selección, y luego tuvo que ser sustituido por Pedro. Todo un contratiempo que si bien no parece grave siempre inquieta a la vista de la importancia del barcelonista en el equipo nacional.

Pero hubo otra noticia que no por esperada fue menos positiva. Por fin reapareció Fernando Torres, cuyo plan estricto e incansable de recuperación encontró el premio en la media hora que dispuso y hasta anotó el quinto gol.

Ni siquiera la retirada de Iniesta puede ocultar que el conjunto de Vicente del Bosque dio un paso adelante en su última prueba premundialista, porque, con el manchego y sin él, la selección confirmó que tiene mimbres suficientes como para, si mantiene este crecimiento, aspirar a todo.

Recuperó la identidad, el juego que no se había visto en Innsbruck contra Arabia Saudí y Corea del Sur, y enfila el traslado a tierras africanas con los deberes más que cumplidos. Este tipo de partidos, necesarios, conllevan un peligro importante si no se juega bien por la confianza interna y externa y, sobre todo, por el riesgo de las lesiones, más a la vista de la avalancha de bajas en las distintas selecciones mundialistas.

Del Bosque, como estaba previsto, optó por el once denominado de gala sin Sergio Ramos en el lateral derecho, en el que entró Arbeloa. España volvió a ser la misma que ganó la Eurocopa 2008 y que se metió en el Mundial con una trayectoria inmaculada.

Iniesta y Xavi lideraron una vez más la exhibición en el inicio de partido. Ambos firmaron dos obras de arte, sobre todo la segunda, que se tradujeron en dos goles casi seguidos de Villa y Silva antes del cuarto de hora de juego. Lo del segundo tanto fue un recital. Una jugada para el recuerdo, plena de precisión, visión de juego y habilidad. De manual. Caviar futbolístico. Una acción para el recuerdo ante una Polonia desbordada que rubricó Silva a puerta vacía. Por su parte, el nuevo delantero del Barcelona suma 38 goles y se sitúa a seis de Raúl, el máximo realizador de la historia de la selección española.

El conjunto de Franciszek Smuda, que había conseguido arrancar un 0-0 a Serbia en el anterior amistoso, saltó en plan valiente, con una fuerte presión en el centro del campo. Pero en cuanto Xavi, Iniesta y compañía entraron en acción, no volvieron a ver el balón. La diferencia de posesión fue tan abismal como escandalosa.

Hasta Casillas, confirmado con su titularidad, se sumó a la fiesta con una magnífica intervención en la primera y, prácticamente, única llegada de los polacos, con la que evitó el tanto de Peszko. Polonia, en fase de reconstrucción camino de la Eurocopa 2012 que organizará junto a Ucrania, fue un juguete, más roto según pasaron los minutos, víctima de una lección del juego combinativo de los españoles.

En la segunda parte el seleccionador hizo cambios en la segunda parte, pero su equipo no aflojó. Siguió mostrando lo mejor de su fútbol, como si quisiera enviar un mensaje a todos sus rivales en el Mundial. Xabi Alonso y Cesc, nada más salir al campo, convirtieron el festival de fútbol en vapuleo ante un rival que trató de revolverse, con faltas y algo más de presión, de echar mano de orgullo. No le valió de nada. Cesc asumió el mando por delante de Busquets y Xabi Alonso. Jesús Navas, que también saltó al campo a los diez minutos de la reanudación, y Pedro quisieron ser dos puñales por las bandas; y Fernando Torres encontró sensaciones perdidas en los últimos meses por la artroscopia a la que fue sometido en su rodilla derecha.

La diana de Torres y el estreno anotador como internacional del barcelonista Pedro rubricaron el triunfo. Fue el primer gol del joven canterano del Barcelona, quien comienza a ser indiscutible en la rotación de Del Bosque. Al final, España le endosó un set a una Polonia destrozada, víctima de un equipo que encandiló, que gustó y se gustó. La mejor forma de encarar el Mundial.

ESPAÑA: Casillas, Arbeloa (Sergio Ramos, 55'), Puyol (Marchena, 72'), Piqué, Capdevila, Busquets, Xabi Alonso, Xavi (Cesc, 55'), Iniesta (Pedro, 39'), Silva (Jesús Navas, 55') y Villa (Fernando Torres, 66'). Polonia: Kuszczak, Wojtkowiak, Zewlakow, Glik (Sadlok, 46'), Dudka, Blaszcykowski (Cetnarski, 82'), Murawski, Miezejewski (Matuszczyk, 46'), Nowak (Rybus, 46'), Peszko (Jodkowiwz, 78') y Lewandowski (Sobiech, 67'). Árbitro: Michailis Koukoulakis (griego). Sin amonestados. Goles: 1-0 (12') Villa. 2-0 (14') Silva. 3-0 (51') Xabi Alonso. 4-0 (58') Cesc. 5-0 (76') Fernando Torres. 6-0 (81') Pedro. Incidencias: Partido amistoso disputado en el estadio Nueva Condomina de Murcia ante unos 31.000 espectadores, un par de centenares seguidores polacos. Terreno de juego en excelentes condiciones para la práctica del fútbol y temperatura agradable.