El Espanyol sumó su quinto triunfo en el RCDE Stadium ante un Villarreal (3-1) que prácticamente sólo apareció en el gol de Ekambi y que estuvo a merced de la mayor intensidad y hambre del anfitrión.

El cuadro blanquiazul exhibió un buen fútbol, ofensivo y combinativo, mientras que el rival, con mayor desgaste, se atascó en demasiados tramos. Hernán Pérez estrenó el marcador, Darder deshizo el empate y Piatti, ya en el tiempo añadido, puso el broche de oro a una gran tarde perica.

El inicio del anfitrión fue vertiginoso y sin florituras: buscaba aprovechar el desgaste del Villarreal y marcar el primero. La defensa amarilla, finalmente, se rompió a los siete minutos. Borja Iglesias robó el balón, recortó a su central y asistió a Hernán Pérez, que corría por su izquierda. El paraguayo picó el balón y hundió al submarino. El Espanyol firmó un monólogo con las ocasiones de Granero y, sobre todo, Borja Iglesias, con facilidad para llegar al área, pero sin acierto.

Ekambi, de cabeza, aprovechó un rechace y firmó el 1-1 en el minuto 45. El VAR alimentó el suspense, pero el gol subió al marcador y abrió un escenario nuevo al descanso. El Villarreal presentaba otro aspecto, con más hambre que en la primera mitad. El choque era de ida y vuelta, con más espacios y alternativas para ambos equipos.

En el 76', Borja Iglesias estuvo muy cerca de conectar un centro: el Espanyol estaba haciendo más méritos que el Villarreal. Y el premio llegó en el 79'. Melendo asistió con precisión a Darder, que superó a Asenjo y encendió Cornellà-El Prat, que ya vibró con el 3-1 de Piatti en el añadido.