El Virgili rinde hoy visita, a partir de las cuatro y media de la tarde, al Clifri Pozoblanco, un conjunto que destaca por su buen manejo del contraataque y que también es peligroso en la búsqueda continua que hacen del remate en el segundo palo. Se trata de un bloque consistente en el que brillan, por encima de todo, las individualidades de los jugadores Manolín y Tete.

Sergio Barroso, entrenador del equipo gaditano, sabe que la empresa no es fácil y así lo hacía ver ayer. "Es una salida complicada por la dificultad del rival como local y por el largo desplazamiento que tenemos que hacer", adelantaba.

"Estamos inmersos en nuestra irregularidad y buscamos una identidad sólida y fiable. Debemos ser fieles a nuestra filosofía y pensar que, poco a poco, confeccionaremos la tercera versión del equipo, ya con los jugadores juveniles asentados y con un rol importante. Estamos trabajando muy bien", concluyó el técnico del Virgili.