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Valero, ángel y diablo

  • El extremo del Jerez Industrial marca un gol y regala otro pero le parte el labio al bazanero Ocaña de un codazo

Jerez Industrial: Perico, Pedro, Bonilla, Fran García (Andrés, 46'), Isaac Pozo, Paquín (Juanra, 79'), Jesús Ramos (Barberá, 64'), Juanjo, Luis Lara, Bello y Álex Valero. Bazán: Rafa, Bernal, Lago, Curbelo (Ocaña, 46'), Leo, Ale, Antoñín, Adri (Said, 30'), José Carlos, Babiano y Ezequiel (Jony, 74'). Goles: 1-0 (7') Luis Lara. 2-0 (9') Luis Lara. 3-0 (15') Álex Valero. 3-1 (49) José Carlos. 4-1 (75') Barberá. Árbitro: Verdugo Dorado (sevillano). Expulsó a Luis Lara (41') y a Álex Valero (80') por los locales y al visitante Ale (67'). Amarillas a los locales Perico, Bonilla, Fran García, Paquín y Luis Lara y a los visitantes Rafa, Adri y Said. Incidencias: Unas 200 personas en La Juventud. Terreno en malas condiciones. El Bazán tuvo que cambiarse en el vestuario de la grada antigua ya que no apareció la llave del vestuario visitante.

El Jerez Industrial sumó su primera victoria de la temporada, ante un rival directo como es el Bazán, pero va a tener que pagar un caro peaje. Luis Lara, autor de los dos primeros goles de los industrialistas vio la roja por lanzar un improperio a un contrario y se perderá el choque ante el Sanluqueño B. Pero peor, muchísimo peor, fue lo que hizo Álex Valero. El extremo, que cuajó un pluscuamperfecto partido, fue Jekyll durante los primeros 80 minutos y se transformó en Hyde justo después de ver su segunda cartulina amarilla en una jugada sin trascendencia y cuando el marcador ya era de 4-1. Camino hacia el túnel de vestuarios, el extremo se quitó la camiseta y propinó un terrible codazo al isleño Ocaña, que salió del campo con la camiseta ensangrentada y en ambulancia camino del Hospital de Cádiz. Fali Castañeda, técnico del Bazán, comentó posteriormente en la rueda de prensa que el defensa "llevaba el labio colgando, lo he visto y me han entrado escalofríos".

A partir de ahí, se montó la típica trifulca en la que cada uno defiende a los suyos y el colegiado, viendo que la cosa se ponía fea, suspendió el partido hasta la llegada de la Policía Nacional, reanudándose el choque aproximadamente 15 minutos después.

Hasta ese momento, el partido se desarrolló por cauces normales. El Jerez Industrial, necesitado de puntos afrontaba una final ante un rival directo y salió enchufadísimo. Al cuarto de hora prácticamente había sentenciado el choque con tres tantos.

A partir de ahí, el Industrial bajó en intensidad y el Bazán se metió poco a poco en el partido utilizando todas las artes del otro fútbol. Los industrialistas, jóvenes e inexpertos, picaron en la trampa y cuando se quisieron dar cuenta ya estaban con 10 y con unos cuantos más amonestados.

Acortó distancias el Bazán en la reanudación, pasó a jugar con línea de tres y Ezequiel perdonó el 3-2. El 4-1 de Barberá puso el colofón al fútbol. Lo que vino después no merece llamarse ni fútbol.

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