El regatista linense Rafa Trujillo sopesa volver a competir entre los mejores. El olímpico del Real Club Náutico La Línea, medalla de plata en la clase Finn en los Juegos de Atenas 2004, confesó ayer en una entrevista a Efe que le "pica el gusanillo" de competir al "más alto nivel". Rafa admitió que va a decidir en los próximos meses si sigue dedicándose "más a la faceta de deportista profesional o a la de entrenador".

"Por ahora no descarto nada", aseguró Trujillo. Desde su participación el año pasado en los Juegos de Londres, el linense se ha centrado en la labor de entrenador de deportistas de la clase Finn para los equipos nacionales de Brasil y China, con vistas a los Juegos de Río 2016.

El laureado regatista, de 37 años, valora como "muy interesante" esta función, en la que dice que está "aprendiendo mucho", ya que le "hace feliz ayudar a otros deportistas a mejorar sus resultados".

Sus alumnos dan pasos de gigante. Tras acabar penúltimo en Londres 2012, el regatista chino finalizó en el puesto 11 de la general y sexto por países en la segunda prueba de la Copa del Mundo. Trujillo destaca que de ser penúltimo ha pasado a "puestos de diploma olímpico".

En el equipo brasileño, "los dos deportistas están logrando los mejores resultados de su carrera en Finn con un bronce en la Copa del Mundo de Miami y un oro en el Mundial junior", encontrándose por ahora "en el top 10 mundial", aunque aclara que han tenido mala suerte con las lesiones y no han tenido "la continuidad ni la constancia necesaria", explicó el linense.

Rafa cree que aún puede dar el nivel entre la élite en otra clase competitiva. En la clase Finn española, tras haber aparcado su dedicación al más alto nivel, considera que transcurren "momentos difíciles", ya que, por un lado "tienen menos presupuesto" y por otro "han perdido el referente nacional".

Trujillo afirma que los deportistas que han recogido su testigo en Finn, como el gaditano Pablo Guitián, "han perdido unos años por malas decisiones deportivas y ahora tienen la presión de hacer resultados, aprender rápido y conocer sus límites".

Rafa considera que estos deportistas españoles "deberían haber empezado en Finn en 2010 para estar listos en 2014", en lugar de iniciar su adaptación "en 2012". Trujillo se congratula de haber permanecido "catorce años cumpliendo los objetivos del plan ADO".

Con un palmarés tremendo y nada que demostrar, Rafa aún siente "el gusanillo".