En un nuevo giro a la enrevesada historia, los propietarios del Liverpool frenaron en el último momento la venta del club de fútbol inglés gracias a la decisión de un tribunal de Estados Unidos.  

Los hombres de negocios norteamericanos Tom Hicks y George Gillett lograron impedir la venta por una disposición cautelar provisoria dictada por un tribunal de Dallas, en una decisión que se conoció en Londres.  

La directiva del Liverpool, que impulsa la venta del tradicional club a la empresa estadounidense New England Sports Ventures (NESV), dueña del equipo de béisbol Boston Red Socks, reaccionó.  

La decisión del tribunal de Texas es "injustificada y  perjudicial", dijo a "Sky News" Martin Broughton, presidente del club. Hicks y Gillett "apelan a cualquier truco", dijo Broughton, que se declaró "confiado" en una buena resolución del caso.  

Los estadounidenses demandaron a Broughton, a otros dos miembros de la directiva, al Royal Bank of Scotland y a la NESV. Reclaman una  indemnización de 1.600 millones de dólares por daños y perjuicios.  

Los dos propietarios acusan a la directiva del club no haber tenido en cuenta ofertas más lucrativas como la de Peter Lim, un hombre de negocio de Singapur.  

El argumento fue reforzado horas después, al emitir Lim un comunicado en el que renunció a seguir luchando por comprar el  Liverpool.  

"Ha quedado claro que el consejo directivo está intentando vender el club a la NESV excluyendo a cualquier otra parte sin importar sus méritos o sus ofertas. En estas circunstancias no soy capaz de continuar con mi intención de comprar el club".  

Antes de que la corte texana interviniera, un tribunal inglés había fallado en contra de los deseos de Hicks y  Gillett.  

La decisión fue un triunfo para el Royal Bank of Scotland (RBS), el principal acreedor del club.  

El RBS logró que el juez ordenara a los empresarios estadounidenses que restablecieran la composición original del consejo de la entidad, que pretendían alterar.  

Además, el magistrado le negó a Hicks y Gillett, opuestos a la venta, el derecho a apelar.  

"Estoy absolutamente encantado, este es un día muy importante para el club", celebró Broughton. "Esto despejará el camino para la venta. Tendremos una reunión del consejo directivo esta noche y procederemos a vender", añadió antes de conocer la noticia proveniente de Texas.  

La venta al grupo NESV le permitirá al RBS cobrar los 237 millones de libras (unos 375 millones de dólares) que prestó al club.  

La Premier League inglesa y el entrenador del Liverpool, Roy Hodgson, recomendaron también la venta a NESV.  

El acuerdo con el NESV fue aprobado por el consejo del Liverpool, pero Hicks trató de despedir a tres miembros antes de que la decisión fuera tomada. Broughton argumentó que, de acuerdo a los artículos de la asociación, sólo él tiene derecho de alterar la composición del consejo del club.  

El Liverpool figura actualmemente en el lugar 18 de la tabla de la Premier League, un puesto que en el final de la temporada garantiza el descenso. Si el RBS no recibe su dinero, la amenaza de un procedimiento de insolvencia pende sobre el club.  

Si el procedimiento avanzara, el Liverpool podría ser sancionado con el descuento de hasta nueve puntos y ser puesto en una muy difícil situación deportiva.  

El club se enfrenta así a una encrucijada, ya que el recurso de Hicks y Gillett a la justicia estadounidense, calificando la venta de  "engaño mayúsculo", fue exitoso. La corte texana ordenó una audiencia recién para el 25 de este mes, pero abogados del club y del banco intentan adelantar esa fecha.