Dicen que cada maestrillo tiene su librillo. Y en el de Antonio Calderón no se dedican muchos capítulos a Javier Clemente o a Fabio Capello, ni el catenaccio aparece en el índice de su colección de teorías. Si Mariano García Remón, por poner un ejemplo cercano en el tiempo y en el espacio, llegó con su libro de fútbol ofensivo y la teoría nunca se llevó a la práctica, el ex entrenador del Cádiz B fue paso a paso y primero forjó un orden defensivo para, a partir de ahí, dotar de equilibrio a un conjunto que está a día de hoy entre los menos goleados de la categoría y que, con los nuevos refuerzos, amenaza con incrementar de forma considerable su casillero de tantos a favor.

"Llevamos una buena línea", destacaba ayer el entrenador del Cádiz mirando hacia atrás y hacia adelante. "Es positivo volver al trabajo después de haber sumado tres puntos porque el ambiente es alegre y se entrena con mejor cara. El equipo estuvo muy bien el domingo contra el Alavés, quiso ganar y estuvo concentrado. Habrá días que jugará mejor o peor, influirá el clima, el árbitro o cualquier otra circunstancia, pero lo que sí se notó el otro día es que el equipo quería ganar y lo básico se puso sobre el terreno de juego. Estamos muy satisfechos porque trabajamos para que la defensa no se metiera atrás y apenas pasamos por problemas cuando nos incordiaron. O salió bien Koke Contreras a por el balón, o los delanteros rivales cayeron en fuera de juego", celebraba ayer Antonio Calderón.

El gaditano, al ser preguntado por la aportación de José Julián de la Cuesta en el partido, señaló al colectivo: "Trabajamos en grupo y el resultado es mérito de todos, y en defensa de los cuatro futbolistas. Es un reflejo del trabajo de todos tras corregir lo que estimamos que se hizo mal en Salamanca".

Antonio Calderón es realista y tras una victoria no echa flores sobre su propio tejado. "Tenemos que estar tranquilos y no lanzar las campanas al vuelo por haber ganado. La victoria fue parte del trabajo realizado durante la semana, aunque es cierto que en otros casos también merecimos más. Ya he dicho que quitando el partido contra el Hércules, donde fuimos justos perdedores, en el resto de encuentros jugados recientemente, Tenerife, Málaga, Granada 74... debimos salir mejor parados. La competición está muy igualada y quiero que no se olvide que estamos viviendo una temporada complicada, pero estamos trabajando duro para llegar a lo más alto posible", recordó.

Para que el equipo llegue a lo más alto posible, también la grada debe hacerlo cada partido en Carranza. Hasta la bandera, que se diría antiguamente. Y a pesar de que haga frío o haya goteras en Tribuna. El entrenador del Cádiz no siente que la gente haya perdido la ilusión y en consecuencia haya abandonado al equipo, más bien al contrario. "El domingo vimos a la gente muy a favor y nosotros queremos seguir dando alegrías a la afición en cuanto a resultados e imagen se refiere. Ahora llevamos una buena línea y creo que el equipo ha salido reforzado del partido contra el Alavés porque hemos hecho buenos los dos empates anteriores contra el Salamanca y el Tenerife", destacó Calderón.

El técnico gaditano espera contar con todos sus hombres para el sábado, aunque hay algunos tocados. "Natalio, Fleurquin y Gustavo tuvieron algunos golpes durante el partido del domingo y han trabajado a menor ritmo que el resto, mientras que Yago y Ramón de Quintana siguen evolucionando de sus problemas" explicaba Calderón, que se considera "justo" a la hora de tratar a la plantilla. "Todos tienen que sentirse útiles, porque lo son, y si no juega uno jugará otro, pero el que no lo haga, aunque se vaya a casa mosqueado, en el entrenamiento tiene que estar como un león y darlo todo. A mi en el Cádiz, Linares, Manolito o Carmelo me enseñaron a levantarme cuando me caía, y es algo que tiene que hacer todo profesional", concluyó.