Viernes Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Viernes Santo en la Semana Santa de Cádiz 2024

JJOO · Río 2016

Tibio entusiasmo por ahora

  • El inminente inicio de los Juegos llena de optimismo a los brasileños y desencanta a los hosteleros, quienes esperaban más turistas e ingresos.

Una fe casi unánime de que todo irá muito bem y un cierto desencanto porque el movimiento en el comercio es menor al esperado. Río de Janeiro aguarda con tibio entusiasmo el inicio de los primeros Juegos Olímpicos que se celebran en Sudamérica. 

 

La idea de que todo marchará como se espera está absolutamente arraigada en el imaginario de quienes habitan la ciudad. "Creo que todo va a ser maravilloso. ¿En el Mundial no fue todo bien? Entonces por qué los Juegos no irían bien?", se pregunta Francisca, de 70 años.

 

"Todo va a ir bien. Y Brasil va a ganar el oro en fútbol masculino", afirma Marcio, de 39 años, dueño de un bar en Copacabana.

 

La confianza en el éxito del evento deportivo está acompañada, en el caso de Marcio, por una desilusión por el poco movimiento que se registra en su local. 

 

"Yo pensé que iba a ser mucho mejor que en el Mundial. Río está llena, sólo que no están gastando. Imaginé que a estas altura el bar rebosaría de gente, pero no hay nadie", lamenta. 

 

Idéntica situación vive Cassio, de 34 años, que tiene un bar de los muchos que se ubican a lo largo de la playa de Copacabana. "Tengo la esperanza de que mejore un poco el movimiento para vender un poco más, pero no tengo la misma expectativa que con el Mundial de 2014. Entonces vinieron muchos extranjeros y todos gastaban mucho", se queja. 

 

En opinión de Cassio, el único "riesgo" durante los Juegos es que "algo falle en el tema seguridad, pero no que haya un atentado terrorista". "El problema aquí es el de la criminalidad, que para nosotros es incluso peor. El terrorismo es algo que asusta un poco, pero lo que nosotros vivimos día a día es un poco más peligroso: robos, asaltos, balas perdidas, muchas muertes", relata.

 

"En mi opinión va a ser una deuda complicada para pagar, pero sé que todo va a estar bien y que los delincuentes van a tomarse un descanso. Los cariocas estamos acostumbrados a grandes fiestas", concluye Cassio.

 

Haciendo música mientras las personas aguardan su turno para hacerse autorretratos con la escultura de los anillos olímpicos, el artista Fabinho Caxotada, de 41 años, también confía en el éxito de la cita deportiva. "Ya se ve gente. Irá todo bien", augura. 

 

Río 2016 también atrae brasileños de lejos. Como un indígena de la aldea Funio, localizada en el estado de Pernambuco, que prefirió no decir su nombre y que revela: "Ya hice mis oraciones para que los Juegos marchen bien".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios