El Chiclana consiguió tres puntos de oro y soñar con la salvación empieza a ser una realidad. Los jugadores parece que se han conjurado para conseguirlo y en los últimos tres desplazamientos han sumado siete de los nueve puntos posibles. En esta ocasión, los gaditanos asaltaron el Polideportivo Municipal de Pozoblanco y lograron endosarle tres goles a un equipo que puso las cosas muy difíciles a los hombres de Bolli pero que, al final, no pudieron con la zaga chiclanera.

Nada más empezar el encuentro, los cordobeses buscaron un gol tempranero que sorprendiera al Chiclana y el tanto no tardó en llegar. Era el minuto 13, cuando Charaf subió por la banda derecha y, tras driblar a su par, sacó un centro que Juanmi, desde el borde del área pequeña, remató al fondo de las mallas. Era el 1-0 y las cosas parecían ponerse muy difíciles para los gaditanos.

A pesar de este mazazo, el equipo siguió manteniendo el mismo sistema de juego, con las líneas muy juntas y encerrados atrás, a la espera de salir a la contra a la mínima oportunidad. Pero no fue así como llegó el primer tanto del conjunto chiclanero sino que nació de una falta directa que Dani Almendro ejecutó a la perfección, lanzando el balón pegado al palo derecho de la portería defendida por Alfonso.

Era el empate. Un gol que espoleó a los chiclaneros y sólo cinco minutos después tomarían la delantera en el marcador, de nuevo, a raíz de una jugada a balón parado. Carlitos sorprendió a la defensa cordobesa cuando en el lanzamiento de una falta no buscó el disparo sino que pasó el balón a Ñoño, que se encontraba en el lateral del área para empalmar el esférico y batir por segunda vez a un Alfonso, que nada pudo hacer para detener el balón.

Con el marcador en contra, el Pozoblanco no se amilanó sino que se fue en busca del empate pero en los últimos quince minutos no logró disparar con peligro, a pesar que lo intentó.

En la reanudación, ambos equipos saltaron al terreno de juego con la mirada puesta en la portería rival. El primero en acercarse con peligro fue el Chiclana, que en una rápida contra logró plantarse en el área cordobesa y disparar, pero Alfonso tocó el balón lo justo para desviarlo y para suerte del portero cordobés el balón pegó en el palo y salió fuera. Seis minutos después, fue el turno del Pozoblanco para probar suerte, pero el disparo de Juanmi se salió rozando el palo.

A partir de este momento, llegaron los mejores minutos del equipo local, que se volcó sobre la portería de Maye en busca del empate. Charaf volvió a internarse por la banda, esta vez por la izquierda, y realizó un centro perfecto al corazón del área al que Juanmi no llegó por centímetros. A continuación, un cabezazo de Tato salió por encima del travesaño por muy poco y Gutierrez también dispuso de una oportunidad pero su disparo, demasiado flojo, acabó llegando mansamente a las manos de Maye.

Parecía que el gol cordobés tenía que llegar en cualquier momento pero fue el Chiclana el que volvió a pegar con fuerza. Corría el minuto 75, cuando los gaditanos lanzaron una contra mortífera. Quique realizó un pase perfecto para Carlitos y éste, ante la salida de Alfonso, lo superó por arriba con facilidad.

Con el 1-3 el partido parecía sentenciado pero el árbitro quiso darle algo de emoción al tramo final y cinco minutos después señaló un penalti dudoso sobre Juanmi, que él mismo transformó. Pero en los diez minutos restantes, el Pozoblanco no logró superar a la ordenada zaga chiclanera y los gaditanos suman tres nuevos puntos para seguir soñando con la salvación.