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Sólo el rival se juega la vida

  • El Xerez, ya descendido, visita a un Girona que pelea por el ascenso

Pura envidia. Eso sentirán los jugadores del Xerez cuando salten esta tarde no ya a jugar, a calentar simplemente, al césped de Montilivi. Ellos ya no tienen casi ni el orgullo en juego después de veinticinco jornadas consecutivas sin ganar, mientras que su rival, el Girona, luchará por tres puntos que le permitan dar otro pasito para lograr el pasaporte a Primera División de forma directa en un estadio que estará a rebosar y volcado con un equipo que partía con el objetivo de la permanencia.

Atrás han quedado aquellos tiempos en los que el Xerez era un conjunto temido en la categoría y que durante mucho tiempo casi siempre luchaba por dar el salto de categoría. Ahora, tras una campaña nefasta tendrá que purgar sus pecados en Segunda B y eso hasta con suerte si nos atenemos a cómo está el panorama en el plano institucional.

El técnico xerecista, Carlos Ríos, cuenta con las conocidas ausencias de Manuel Ruz, Ogbeche, Rafa Barber e Íñigo Vélez. Por contra, recupera a Maldonado, Rueda y Bruno. La lista la integran todos los disponibles de la primera plantilla, menos el centrocampista Sidi Keita y el guardameta Raúl Navas, que se han quedado fuera por decisión técnica, y el juvenil Marcelo.

Tras la decisión tomada la pasada semana, Toni, según el entrenador porque es el único guardameta que tiene contrato en vigor para la próxima temporada, volverá a defender la portería del Xerez, con la misma defensa que ante el Córdoba: Raúl Cámara, Iago Bouzón, David Prieto y Redondo.

La parcela ancha todo hace indicar que será para Rafa García y Rueda, con Álvaro Rey en la derecha y Maldonado, en la izquierda. Lucas Porcar puede actuar de enganche y Bodido estará en punta.

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